“La recuperación del empleo se está apalancando en la temporalidad y los servicios”. Esta es una de las conclusiones que extrae Àngels Valls, profesora de Dirección de Personas y Organización de Esade Business & Law School, ante los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) hecha pública ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que corresponde al último trimestre de 2015.
Para Valls, “la mejora cuantitativa se consolida, pero no lo hace la cualitativa, ya que el descenso interanual del 3% de la ocupación viene de la mano, en un 64%, del trabajo temporal, y en un 80%, del sector de los servicios”. “Este ámbito, y el de la agricultura, que también vivió el pasado trimestre un incremento de la ocupación, no se caracterizan por el empleo de calidad o, entre otros, la jornada completa -prosigue-. Es más, creo que estamos asistiendo a otro fenómeno: la consolidación del tiempo parcial, algo que cada vez va ganando más peso en nuestro mercado y que es menos residual”.
Nuevo escenario
Esta característica del nuevo escenario laboral puede explicar, según Valls, una novedad detectada en esta nueva EPA: “que gran parte del incremento de la ocupación se ha dado entre el colectivo femenino, y puede que este tipo de contratos sean los que más están buscando”. Independientemente de ello, la profesora de Esade insiste en que “debemos analizar esta situación con mayor profundidad”. Al igual que la caída en la ocupación dentro del sector de la industria, “que es la peor noticia”.
En cuanto a paro y actividad, que “son una pareja, no hay una sin la otra”, “conviene destacar que si bien es positivo el descenso que registra la EPA, todavía es muy marginal entre jóvenes y mayores”. “Y la tasa de actividad tampoco se comporta como debiera”, añade Valls, quien advierte también que “el efecto llamada de un mercado laboral que se recupera, todavía no está calando en la sociedad”.