La Comisión Europea (CE) ha puesto sobre la mesa desde hace años la necesidad de promover entre los jóvenes las vocaciones científico-técnicas y las competencias STEM (por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Sus informes alertan de que es clave formar ciudadanos capaces de participar activamente en la sociedad del futuro y al mismo tiempo asegurar la competitividad y el crecimiento de nuestra economía. Actualmente hay un déficit de 700.000 profesionales STEM en la Unión Europea, de los cuales 40.000 corresponden a España. Esta situación podría convertirse en crónica ya que en 2025 la demanda de estos profesionales será un 13% mayor respecto a 2015, frente al 3% de la media global de profesiones. Por contra, el volumen de estudiantes que cursan carreras STEM está experimentando un descenso continuado en Europa y en EEUU. Según el último informe titulado”Datos y Cifras” y elaborado por Ministerio de Educación, en España la rama Ingeniería y Arquitectura y la rama Ciencias han perdido un 24,6% y un 25% de los alumnos, respectivamente, en los últimos diez años. Asismimo, la situación de las mujeres es especialmente preocupante ya que sólo representan alrededor del 14,3% del conjunto de estudiantes STEM en España