El absentismo laboral en España repuntó en el año 2014, hasta situarse en el 4,4%, tras seis años con una tendencia a la baja, coincidiendo con la etapa de crisis económica. En la presentación del IV Informe Adecco sobre absentismo laboral, el investigador de la escuela de negocios IESE Jorge Guada explicó que del 2000 al 2007 la tasa aumentó “fuertemente”, del 3,7 al 4,9%, mientras que del 2008 al 2011 se estabilizó, con una leve reducción, en torno al 4,7%.
El “efecto crisis” en las ausencias del puesto de trabajo “ha agotado su potencial” y, por primera vez en seis años, en 2014 repuntó la tasa de absentismo en España, que ahora se sitúa en el 4,4 %, frente al 4,1% que registraba en 2013.
Por países, indicó que España está al mismo nivel que Suiza, ya que presentan un promedio histórico de casi 11 días perdidos por trabajador y año, mientras que Estados Unidos tiene la serie histórica con menor nivel de bajas laborales y muestra una tendencia a reducirlas, aún más, a partir de 1995, situándose cerca de los 3 días perdidos.
Otra de las conclusiones del estudio determina que el 91% de las empresas controlan las ausencias por licencias y permisos exigiendo la presentación de justificantes médicos o de otro tipo, y tan solo el 2% de ellas dispone de sistemas de flexibilidad horaria.
Racionalizar los horarios
Esto “muestra la necesidad” de racionalizar los horarios laborales y mejorar los sistemas y prácticas de flexibilidad horaria y de calendario laboral que faciliten la conciliación de la vida laboral con la personal. Por sectores, la tasa de absentismo es del 4,5% en servicios, que llegó a su máximo de 5,1% en 2007, el 4,3% en industria, con su punto álgido de 5,5% en 2007; y el 3,1 en construcción, que llegó al 3,7% en 2008.
El director de la asesoría jurídica del Grupo Adecco, Francisco Javier Blasco, indicó que, aunque no hay datos oficiales sobre el absentismo en España, en el estudio han realizado estimaciones a partir de los datos contenidos en la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL), del INE.
Blasco detalló que el absentismo cada año supone unos costes directos de 4.768 millones de euros a la Seguridad Social por prestaciones económicas, y de 4.503 millones a las empresas por el abono de la prestación económica en los primeros días de baja.