El empleo creado en Catalunya en el último año ha sido temporal, ya que el número de contrataciones de este tipo ha aumentado casi un 13 % en los últimos 12 meses, dato que contrasta con la caída de nuevos empleos indefinidos, que se sitúa en torno al 1 % negativo. Según el monitor de ocupación de Adecco, la pérdida de puestos fijos en la comunidad catalana se opone al incremento del 1,6 % que ha habido en el conjunto del territorio español, mientras que las estadísticas señalan que el alza de los empleos temporales en Cataluña ha sido mayor que el incremento del 10 % registrado a nivel estatal.
De este modo, el informe de Adecco, que ha analizado los datos de la encuesta de población activa (EPA) desde hace un año, concluye que en este tiempo hay 60.000 asalariados temporales más y que se han perdido 23.100 empleos indefinidos en el territorio catalán.
El informe también detalla que de los 2,6 millones de asalariados catalanes, 2,1 millones tienen contrato indefinido y 529.300 disponen de contratación temporal, lo que hace que el peso del empleo asalariado dentro de la ocupación total en Cataluña sea del 83 %, un poco por encima de la media estatal, que es del 82,8 %.
Entre los asalariados catalanes, dos tercios de los nuevos puestos de trabajo se han originado en el sector privado, que ha aumentado la contratación en 24.800 personas, con un incremento del 1,1 % interanual.
Por otro lado, en el sector público el número de asalariados se ha incrementado en 12.300 personas, lo que supone una subida del 3,2 % respecto al año anterior.
Evolución diferente
El informe también constata que la diferente evolución en el empleo ha significado un cambio en la composición de la ocupación catalana por ramas de actividad.
En este sentido, el comercio, las administraciones públicas y la industria manufacturera son los sectores más dinámicos en la contratación y concentran el 65,8 % del empleo catalán.
Asimismo, indica que en los últimos siete años de crisis la pérdida de empleo en Cataluña se ha producido mayoritariamente en la construcción, con un 54,4 %, el sector inmobiliario, que ha caído un 38 %, y en la agricultura, con un 25,9 % menos de empleos.