El siempre contundente en sus afirmaciones, Gonzalo Bernardos, profesor titular del departamento de Teoría Económica de la Universitat de Barcelona (UB), asegura que el mercado de la vivienda en Terrassa empezará a notar, con más fuerza, la recuperación a partir del próximo año. Sin embargo, la alegría irá por barrios, y nunca mejor dicho. En algunas zonas se venderán más pisos y subirán los precios progresivamente, mientras que en otras la crisis del sector inmobiliario no tiene visos de acabar.
¿Realmente el mercado inmobiliario despegará en 2016?
No digo que se vayan a hacer muchísimas viviendas el año que viene pero se van a empezar a ver bastantes grúas en Terrassa. Igual en 2016 se empieza el 25% de viviendas de las que se iniciaron en un año como 2006. Pueden parecer pocas pero son muchas si se toma como referencia las que se han construido en los últimos años. Porque ha habido ejercicios en que no se han hecho ni el 5%.
¿Qué pasará con las bloques que quedaron a medio construir?
Esas viviendas cuando vuelvan a ser rentables para el titular del solar se acabarán construyendo. Y si no lo son, se acabarán derribando. Hay algunas zonas donde, sin duda, no se volverá a construir. Habrá que ir solar por solar y barrio por barrio para determinar las circunstancias que corresponden a cada una. A un promotor que no sea de Terrassa le interesa mucho más tener un solar y construir que liarse con unas viviendas que están a medio acabar. A este empresario le es más rentable impulsar una promoción de 75 o cien viviendas y venderlas por fases. Lo otro es realmente microcirugía y no interesa demasiado a nadie, esa es la verdad.
¿Qué zonas están condenadas a no recuperarse en Terrassa?
El distrito de Levante de Terrassa, en barrios como Ca n’Anglada y Vilardell, o en San Pere Nord, el mercado se mantendrá en precario. Can Palet tampoco tiene pinta de ir bien. Pero esto es un ejemplo del mercado inmobiliario que viene. Dentro de la ciudad, este sector presentará evoluciones muy diferentes. Habrá unas zonas que irán bien y otras que continuarán mal.
Vamos, que la recuperación llega sólo para algunos barrios.
Por un lado, hay que tener en cuenta las características del barrio. Si está en el centro normalmente en la mayoría de poblaciones tiene un buen diagnóstico. Si la localidad en cuestión posee un conjunto de viviendas unifamiliares en nuevos ensanches (y no hay un gran exceso de oferta y acompaña además un buen urbanismo) el mercado tiende a ir mejor.
¿Qué condiciones van en contra de la recuperación de una zona determinada?
Si las condiciones urbanísticas son bastante malas, con población inmigrante (y disculpa pero la gente lo percibe así) y con fama de mala calidad de vida, el que pueda escoger adónde va por ahí no se va a acercar. En este sentido, el Distrito II tiene muy mala pinta.
¿Dónde se invertirá más?
El inversor te comprará en Egara, Zona Esportiva, y área universitaria y prioritariamente en el centro. Pero no habrá inversores para el Distrito II. Además, las personas que viven aquí, si se lo pueden permitir, irán a comprar a otras partes de Terrassa.
¿Desaparecerá el mercado en estas zonas de Terrassa?
Es verdad que siempre queda un mínimo mercado en este tipo de zonas. Personas que consideran que su barrio es magnífico, aunque ya no lo sea, y siguen comprando allí. Pero será algo testimonial. Por tanto vamos a ver a Terrassa con diferentes niveles de crecimiento de ventas y de precios.
¿Y los promotores? ¿Cómo deben afrontar el futuro?
Los promotores si no se ponen las pilas ellos, vendrán otros y se las pondrán. Así de claro.
¿Por qué es tan optimista?
Internacionalmente, se dan muchas circunstancias favorables a la economía española; una depreciación del euro; un incremento del crédito a los bancos, y por tanto, ellos darán muchos más préstamos; y una competitividad bárbara de la economía española (no como en 2007 que era nefasta). Todo esto genera las mejores circunstancias para el mercado inmobiliario: más incremento del empleo y más sueldo a medio plazo. Además se conjuga con un tipo de interés muy bajo y con unos bancos que necesitan dar mucho más crédito. En 2007 había un “cóctel explosivo” de circunstancias negativas. Lo que tenemos hoy es la “píldora del bienestar”.
Se habla de que una cuarta parte del stock de vivienda nueva disponible en España es invendible.
Yo elevo hasta un tercio las viviendas invendibles, si no hay previamente una considerable rehabilitación de una parte del stock. Por tanto, si procedemos a descontar dichas viviendas, el stock no es tan elevado como inicialmente parecía y la mayoría de los inmuebles bien conservados y no muy mal situados pueden ser vendidos en un período de tres años. Este aspecto indudablemente hará que en los municipios o en las zonas de las capitales de provincia donde se sitúe dicho stock vendible sea muy difícil que en el próximo trienio aumenten los precios. No obstante, sí lo harán y mucho las ventas.
¿Dónde está los inmuebles realmente invendibles?
Los inmuebles invendibles están situados en municipios donde hay un gran exceso de oferta y la población ha disminuido durante los últimos años. En ellos, la solución es demoler las viviendas, ya que nadie los quiere ni tan solo por un precio ridículo.
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