La biomasa puede generar energía eléctrica o térmica, pero mediante el plan de promoción aprobado el pasado ejercicio, la Generalitat de Catalunya también quiere potenciar su uso térmico para calefacción y agua caliente, tanto para casas particulares como para empresas y edificios públicos. El aprovechamiento de la biomasa se presenta, en este contexto, como una gran oportunidad para dinamizar las zonas rurales, así como potenciar la gestión forestal y evitar su progresivo deterioro creando empresas y puestos de trabajo. La biomasa no contribuye al incremento de CO2 en la atmósfera ni al denominado efecto invernadero, minimizando las emisiones de azufre y nitrógeno; la limpieza de los bosques evita la erosión y reduce el riesgo de incendios y plagas. Además, el uso de la energía de la biomasa aumenta la seguridad energética y económica porque no es dependiente de las fluctuaciones de los precios de los combustibles provenientes del exterior