El proyecto “Tamboret apilable sense ferramentes” de Isaac Puello, un joven gerundense de 22 años estudiante de diseño, se ha impuesto en el Concurs de Disseny Industrial en Fusta Jordi Amat. El Gremi de la Fusta celebró recientemente el acto de entrega de la segunda edición de este certamen, en el que participaron un total de trece proyectos de diseño que se expusieron en la Sala Cima de la patronal terrassense Cecot. Se contó con la presencia de Miquel Sàmper, teniente de alcalde de Desenvolupament. El jurado, formado por miembros de la junta del citado gremio, patrocinadores y de colegios profesionales, se reunió el pasado 20 de octubre para fallar a favor de los proyectos ganadores de esta edición.
La dotación económica total del concurso fue de 3.100 euros. Isaac Puello, como ganador del primer premio, obtuvo 1.500 euros (patrocinio de la Cecot junto con un trofeo creación de Carles de la Cruz y un vale sorpresa gentileza de la empresa Ristol).
Sencillez y funcionalidad
El taburete presentado por Puello se basa en un diseño realizado con un solo tipo de encaje, sin herrajes metálicos, y realizado con roble y con unos soportes dorados con madera de contrachapado. Este diseño está pensado para ocupar el mínimo espacio posible cuando están guardados los taburetes y tener un diseño estético considerable y que se vea bien a simple vista. El segundo premio dotado con 1.000 euros (patrocinio del Ayuntamiento de Terrassa), se otorgó a Guiu Lluçà Meléndez por el proyecto “Cadira veta” y el tercer premio de seiscientos euros patrocinado por la empresa Finsa (Financiera Maderera) recayó en Gemma Broto Divorra con el proyecto “Res més que fusta, la cadira”. El certamen tiene como objetivo poner de relieve, dar proyección y reconocer la labor y proyectos de los profesionales de la arquitectura y del diseño de toda Catalunya, así como de los profesionales de la madera.
Desarrollo comercial
El objetivo de este gremio es facilitar que todos los proyectos presentados tengan la oportunidad (si el autor está interesado), en ser presentados a empresas para que puedan desarrollarse comercialmente. “Sería un gran éxito para el concurso, encontrar alguno de los proyectos aquí presentados o premiados en el mercado próximamente”, sostiene la entidad.
Los proyectos presentados debían ser inéditos y no podían estar en producción en el momento del concurso. El diseño debía ser factible en temas técnicos y con proyección comercial, logrando de manera exitosa los siguientes objetivos: ser estético y funcional, incorporando consideraciones de diseño para velar por una apropiada apariencia física y utilidad según el concepto trabajado; comportar un proyecto sostenible, con el uso de materiales y procesos productivos respetuosos con el medio ambiente; y finalmente, el diseño debía ser factible a la hora de producirlo.
Y el requisito imprescindible en todos los proyectos es que debían utilizar como materia prima principal la madera, pudiendo combinarse con otros materiales.