El mercado inmobiliario lleva unos meses iniciando una lenta recuperación, pero en los últimos meses se ha acelerado. Para Gonzalo Bernardos, profesor de Economía de la Universitat de Barcelona (UB), a la economía española le esperan “años de bonanza” y eso se está empezando a trasladar a uno de los sectores más castigados por la crisis. Pero alerta que nadie espere una gran eclosión. Bernardos se hizo célebre cuando meses antes de que estallase la crisis en el sector de la construcción dijo en marzo de 2007, en un acto en Terrassa, que la “fiesta se ha acabado” y acertó de pleno: poco después estalló la burbuja. “En el 2006 había un guateque loco en el sector inmobiliario; ahora viene una fiesta de cincuentones: sosegada, relajada y sobre todo teniendo en cuenta que no puedo pasarme pues la edad ya no me lo permite”, explicó ayer a Diari de Terrassa.
Bernardos fue el ponente estrella del acto organizado por el consultor inmobiliario Forcadell con motivo de la inauguración de su nueva oficina en Terrassa. Se celebró en la sala de actos, que estaba prácticamente llena, de la Cambra de Terrassa. Presentó y realizó la introducción de la jornada Iván Baqué, director general de Finques Forcadell, y también participaron Isabel Salabert y Manuel Barón, directora y administrador de la nueva oficina egarense de esta empresa (ver información adjunta). Bernardos realizó un repaso de la situación económica y se centró sobre todo en las perspectivas de futuro con especial énfasis en el sector inmobilario de la comarca.
Bonanza económica
“Hemos entrado en un periodo de bonanza económica a nivel de macroeconomía, a pesar de que somos uno de los países con peor distribución de la renta y más paro. Sin embargo, sea quien sea el Gobierno que salga elegido en España esas mejoras acabarán llegando a la microeconomía”, aseguró este mediático economista. Por lo tanto, llegan años en que la economía “estará mejor, habrá más gente con empleo, subirán los salarios y el crecimiento del PIB, que estará en torno al 3 por ciento, hará que haya más dinero disponible”. Y otro factor fundamental: la banca volverá a dar más crédito para hipotecas sobre viviendas, lo que se notará “a partir de la mitad de 2016”.
Pero no todos los municipios ni todos los barrios dentro de una misma ciudad se beneficiarán por igual de este progresivo renacer. “Como en otras ciudades, en Terrassa no hay un único mercado de viviendas. Zonas como el centro, área universitaria y Zona -Esportiva verán cómo los precios suben. En otros barrios, que son de clase trabajadora pero hay calidad de vida y buen urbanismo, habrá más ventas”. En sectores como Can Vilardell o Ca N’Anglada, el mercado de la vivienda, según Bernardos, no tiene visos de remontar. Desde el público se le preguntó por las 2.000 viviendas a medio construir que hay en Terrassa y su futuro. Este experto admitió que hay un “stock” invendible que convivirá con nuevas promociones. Para el sector de naves industriales augura una “perspectiva impresionante y una subida de precios espectacular”.
Los motivos de la banca
¿Pero por qué abre el grifo la banca a las hipotecas sobre viviendas?”. Primero por la mejora económica que ayudará a que “se recalifiquen como solventes” a clientes hasta ahora rechazados: “familias con ingresos de dos mil euros mensuales, que compran un piso por cien mil euros, y pagan cuatrocientos de hipoteca, volverán ser tenidos en cuenta por la banca”. Y por otro lado, por propia necesidad de mejora del negocio tradicional bancario. Según Bernardos, las grandes entidades financieras han presentado excelentes resultados pero la bolsa las ha castigado porque sus márgenes de intereses (diferencia entre aquello que pagan por depósitos y cobran por préstamos) no ha tenido una buena evolución.
“La única manera de invertir el margen de intereses con unos tipos tan bajos es incrementar el crédito y el hipotecario es el más fiable”. A ello se une que el sistema financiero español se beneficia del programa de compra de deuda pública del BCE y dispone de dinero y que tendrá que mirar más al mercado interno dado la “fuerte crisis” que se avecina en Latinoamérica, donde tiene grandes intereses. El resultado de todo ello se puede observar: hay entidades que ofrecen hipotecas a un interés fijo “del 2,5% al 3%” que es prácticamente lo que se prevé de inflación. Y desde el punto de vista de los inversores el inmobiliario el mercado es interesante por los precios que “en la mayoría de sitios, excepto en Barcelona, son ridículos”. La bolsa está bien pero, por otro lado, ya se apunta que, tal vez, dentro de “un año y medio las empresas deban pagar por sus depósitos, “entonces: ¿Qué queda?”.