Las dos patronales del sector metalúrgico del Vallès Occidental han decidido federarse. Tras una larga fase de negociaciones que ha durado meses, se ha constituido la Federació Empresarial del Metal (FEM), que agrupa a la casi centenaria Unió Empresarial Metal·lúrgica (UEM), con sede en Terrassa, y al Centre Metal·lúrgic de Sabadell (Centrem), fundado en 1961. La presidencia de la FEM recae en Carles Garriga, que ejerce el mismo cargo en Centrem, mientras que su homólogo en la UEM, Antoni Abad, ocupa la vicepresidencia. La nueva Federació, que no tendrá una presidencia rotatoria y elegirá nueva junta cada cuatro años, tendrá su sede en Sabadell. Así lo explicaron ayer, en rueda de prensa, Carles Garriga y Antoni Abad, que estuvieron acompañados por directivos de ambas entidades.
“FEM es un proyecto con gran valor en sí mismo y también porque resalta la voluntad compartida del metal de Sabadell y de Terrassa de tener dimensión de Vallès y esto es importante en la ambición de que esta comarca sea el gran polo manufacturero del sur de Europa”, resaltó Antoni Abad, también presidente de la patronal terrassense Cecot. La nueva federación agrupará a 3.100 empresas vallesanas (alrededor de 35 mil trabajadores).
De hecho, este proceso está acarreando un proceso de reequilibrio interno dentro de la representación de los empresarios metalúrgicos en Foment del Treball. El sector del metal vallesano gana con este proyecto peso dentro de Foment, donde también está la Unió Patronal Meta·lúrgica (UPM), que abarca a toda la provincia de Barcelona. Además, FEM no desiste en extender su proyecto y mira con especial atención al Vallès Oriental. Su ámbito de actuación abarca a toda Catalunya.
Según Carles Garriga, la federación de estas dos entidades nace de una “sintonía” que viene de años atrás y que ha cristalizado en planes en común, como el programa anual de internacionalización, que incluye visitas a ferias y misiones comerciales, en el que también colaboran las patronales del Baix Llobregat y Barcelona. Garriga recordó que este plan exterior acumula ya una antigüedad de doce años y que no es el único en el que ambas patronales han colaborado. En este sentido, Abad dijo que el proyecto quiere “sumar” y que en ningún caso se trata de una “asociación defensiva”, sino para “facilitar el crecimiento de la actividad”. En este mismo sentido, se reafirmó Garriga: “este proyecto no tiene relación directa con la crisis del sector, ni hay crisis de entidades”.
Ejes estratégicos
El objetivo de la FEM es “ganar dimensión, cooperar y defender de manera conjunta los intereses empresariales del sector del metal, así como ganar en servicios de valor añadido y peso sectorial”. Habrá diferentes ejes de actuación principales: formación, innovación, asesoramiento y comunicación. Según Antoni Abad, las iniciativas de la FEM también estarán encaminadas a “impulsar el proceso de adaptación de las empresas del sector al mercado globalizado, el fomento de la creatividad y el espíritu empresarial, y la internacionalización”.
La nueva patronal nace, aseguró Garriga, en un momento en que los indicadores económicos para el sector están mejorando. Atrás están quedando, añadió, años de intensa crisis que acabaron con el treinta por ciento de las empresas del sector en el Vallès Occidental. “Nos estamos recuperando aunque todavía existe un ambiente de incertidumbre. El empresario lleva el pie en el acelerador pero la mano en el freno. Unos indicadores están mejores que otros pero no todo va bien”, reconoció.
“Las empresas del sector se han reestructurado; la época de los ERE,s ya ha pasado. Si llegan pedidos, habrá contratación”. En el sector muchas empresas necesitan invertir pero el grifo del crédito, y éste es uno de los indicadores no tan positivos, a la banca le cuesta todavía abrirlo. En la comarca, existen 4200 empresas de este sector (entre fabricantes, talleres de reparación y gremios) que dan empleo 44.730 trabajadores. “Una de cada diez personas de la comarca trabaja en este sector”, dijo Carles Garriga.