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Las multinacionales catalanas y sus filiales crecen desde 2009

Pese a la crisis económica iniciada en el año 2008, las empresas españolas y catalanas han continuado con éxito su proceso de expansión y consolidación internacional. Un dato significativo es el incremento seguido, año tras año, del número de empresas residentes en España (no ETVEs) con filiales en otros países, que ha pasado de 1.476 en 2004 a 2.170 en 2008, alcanzado a finales del año 2012 la cifra de 2.700 empresas, de las cuales 2.051 estaban controladas por capital español, según los datos del Registro de Inversiones Exteriores.

Por otra parte, y pese a la drástica caída de los flujos de inversión directa en el exterior a partir de 2009, las filiales en el exterior de las empresas españolas han experimentado en su conjunto una evolución claramente positiva recuperando el crecimiento de su cifra de negocio y niveles de rentabilidad a partir de 2010. De la misma manera, y más específicamente, las multinacionales industriales catalanas y sus filiales en el exterior han mostrado una evolución mucho más favorable a partir de 2009. Esta es una de las conclusiones del cuarto Informe del Observatorio de la Empresa Multinacional Española (Oeme), promovido por Icex y Esade, con el apoyo de la Fundación PwC, que se ha presentado en el campus de Esade en Barcelona y en el que se anticipa una tercera oleada de inversión en el exterior por parte de las grandes multinacionales del IBEX 35.

"La Unctad espera una recuperación de los flujos globales de inversión extranjera directa (IED), que alcanzarían 1,37 billones de dólares en 2015, 1,5 billones en 2016 y 1,7 billones de dólares en 2017", comenta Xavier Mendoza, profesor de Esade y director Oeme. Asimismo, este organismo proyecta que algo más de la mitad de los flujos mundiales de IED se dirigirán hacia las economías en desarrollo, especialmente en Asia. "Ello pone de relieve la importancia de que las multinacionales españolas sigan avanzando en la diversificación geográfica de sus operaciones en los países emergentes más allá de América Latina", dice Mendoza.

Para sustentar sus perspectivas a corto y medio plazo, la cuarta edición del Informe Oeme realiza una completa radiografía de la evolución de la empresa multinacional española durante los últimos diez años, antes y durante la crisis. Ésta, en palabras del Xavier Mendoza, "ha representado un freno muy importante en el ritmo de inversión en el exterior de las empresas españolas en comparación con los años inmediatamente anteriores, en que se habían alcanzado volúmenes excepcionalmente elevados". Así, los flujos netos de Inversión Exterior Directa (IED) emitidos en el periodo 2009-2013 se redujeron a una quinta parte del volumen alcanzado el quinquenio anterior, circunstancia que comportara que la economía española deje de ser una de las principales emisoras de IED a nivel mundial y se posicione como un inversor mediano, el decimoquinto en 2013, en línea con su peso en la economía internacional.

Tendencia
La tendencia anterior contrasta con la evolución de las filiales en el exterior de las empresas españolas que fue, en términos agregados, claramente positiva. Tras la caída del comercio internacional y el parón de la economía mundial del año 2009 las filiales en el exterior recuperaron el crecimiento de su cifra de negocio y su rentabilidad volvió a niveles pre-crisis, en marcado contraste con la evolución experimentada con las empresas que operaban en el mercado español.

Merece especial mención la producción internacional de las filiales en el exterior que operaban en los sectores primario e industrial que evolucionaron de forma paralela a la de las exportaciones españolas de bienes.

La cifra: 2.700 son las empresas españolas que a finales de 2012 tenían filiales en el extranjero.

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