Los datos recopilados por Audatex, la consultora experta en soluciones digitales para el sector posventa, señalan que el ciudadano español gastó un promedio el año pasado de 620 euros anuales en la puesta a punto de su automóvil, a una media diaria de 1,70 euros. En este contexto, las cifras reflejan que más de la mitad del presupuesto de reparación se lo llevaron las operaciones mecánicas, tanto mantenimientos como averías (unos 322 euros). Este tipo de reparaciones son el motivo por el que siete de cada diez vehículos pasaran por el taller el año pasado.
Esto sucede en un contexto en que el conductor retrasa los mantenimientos preventivos, que suponen un gasto extra y para muchos, equivocadamente, innecesario. Bien distinta es la situación cuando se trata de una avería. En estos casos no queda más remedio que llevar el coche a un centro reparador y, por tanto, afrontar un gasto inevitable si quiere rodar el vehículo.
Por otro lado, la parte destinada a la carrocería supuso el 28% del gasto total de la reparación, o lo que es lo mismo, unos 174 euros de media. Lo cierto es que las operaciones de chapa y pintura han caído drásticamente a raíz de la crisis, pues la reparación de golpes, rasguños o arañazos se puede dilatar en el tiempo y no requiere de una reparación inmediata como es el caso de las averías.
Cobertura de seguros
Los conductores han rebajado en muchos casos las coberturas de las pólizas, de todo riesgo a terceros, por lo que el paso por el taller puede suponer un "pico" que no todos los automovilistas están dispuestos a pagar, máxime cuando más de la mitad del parque supera los diez años de antigüedad y el paso por boxes no siempre compensa.
Además, en esta distribución del gasto de la reparación, 20 de cada 100 euros se los llevan los neumáticos. Esta partida sufre a su modo las estrecheces económicas de los conductores, que apuran al máximo el dibujo de las cubiertas, cuyo mínimo legal es de 1,6 mm., antes de cambiarlas.