La construcción en España encara dos años de crecimientos importantes con previsiones del 4% para 2016 y del 5,5% para el 2017, aunque se vislumbran sombras sobre el proceso de recuperación como el efecto negativo del final del actual ciclo electoral, que ha ayudado a impulsar la obra pública, o el remanente de vivienda sin vender fruto de la burbuja inmobiliaria.
Este es el escenario que dibuja el último informe de España elaborado por el grupo Euroconstruct, entidad independiente formada por 19 institutos europeos, y que anualmente celebra dos reuniones, una en verano y otra en invierno, para presentar sus previsiones sobre el mercado de la construcción.
El informe, que confecciona el ITeC (Instituto de Tecnología de la Construcción) y que ayer se presentó en Barcelona, advierte que España continúa "en estado de alerta" pese a las previsiones positivas, después de que en 2014 se cerrara el ciclo de contracción al que abocó la crisis.
Sobre el papel, las previsiones son de un crecimiento del 2,5% para el 2015, del 4% para 2016 y del 5,5% para el 2017, impulsado sobre todo por el subsector de la vivienda nueva, aunque el informe alerta de la existencia de "motivos de preocupación", superiores incluso a los que se detectan para el conjunto de Europa. Además de la incógnita sobre lo que ocurrirá cuando finalice el actual ciclo electoral en España, que está dando un impulso al sector, el informe señala que la demanda interna ha quedado aquí más afectada que en otros países por la crisis y que todavía queda una oferta remanente muy significativa. El director general del ITeC, Francisco Diéguez, se preguntó "qué pasará cuando cierren los colegios electorales", y advirtió que no se han resuelto problemas que se arrastran del pasado.
Limitaciones de la demanda
Las señales más positivas del mercado vienen del subsector de la vivienda, tanto por la reactivación de la compraventa como por los precios, aunque el informe señala que "no está claro hasta dónde se recuperarán considerando las limitaciones de la demanda", dada la situación del mercado laboral y la demografía. Aunque la recuperación apunta a un crecimiento del 5% en 2015, del 9% en 2016 y del 11% para 2017, los niveles objetivos de producción continuarían por debajo de los conseguidos en 2011. El mercado no residencial no empezará a crecer hasta el año 2016, un 2,5%, mientras que en ingeniería civil el calendario electoral ha jugado un papel "significativo" reanimando el mercado con un crecimiento en 2014 del 3,1% y del 6,2% en el 2015, porcentajes que bajarán hasta el 2,4% en 2016.
El informe no descarta "un hipotético replanteamiento de la estrategia de infraestructuras del país después de las elecciones", en relación con la apuesta política por mantener los grandes planes de construcción de carreteras y del transporte ferroviario de alta velocidad de los últimos años. Diéguez apuntó que, por primera vez y en función de los resultados de las próximas elecciones, se podría dar "la primera interrupción del traspaso de mapas", que tradicionalmente se ha dado de gobierno en gobierno en el ámbito de las infraestructuras, lo que considera podría ser positivo. "El sueño de los años 90 estaba bien, pero ahora estamos en 2015 y quizás habría que revisar si nos podemos permitir o no estos grandes planes", apuntó. Defendió que a la hora de planificar no se tenga en cuenta sólo el coste de la inversión inicial, si-no también el de mantenimien- to.