El Ayuntamiento de Terrassa clausuró ayer el pipican situado en la avenida de Bèjar ante la alarma causada por una nota anónima en la que se afirma que la zona ha sido rociada con una sustancia venenosa.
En el citado espacio para perros apareció ayer una nota que rezaba lo siguiente: “He rociado diversas partes del pipican con sulfato de estricnina. A partir de ahora recomiendo a los propietarios de los perros que no los paseen por aquí dentro. Para quien no sepa que es la estricnina, en seguida lo averiguará si su perro la ingiere. Es cuestión de unos 15 minutos. Suerte”. La nota acaba incluso con una postdata en la que el autor anuncia que repetirá esta acción “varias veces” a lo largo de este año.