El pleno del viernes, el último ordinario del mandato, aprobará la adopción y oficialización de la bandera de Terrassa, que no lo era hasta ahora. El trámite lleva aparejados cambios en el símbolo heráldico, que gira el orden de sus elementos para que el castillo toque al mástil, ajusta las proporciones y corrige algunos detalles.
Así, la nueva bandera será apaisada, bicolor roja y amarilla, situará el castillo a la izquierda, y no a la derecha como la mayoría de las banderas actuales. La tela esta dividida en dos partes iguales, la primera con las cuatro barras rojas sobre fondo amarillo del escudo de armas de los Condes de Barcelona, de los que dependía el Castell- Palau de Terrassa, y la otra mitad con el castillo que simboliza en Castell-Palau de Terrassa. Hasta ahora, muchas de las reproducciones no oficiales marcaban proporciones distintas, reservando espacios de distinta dimensión a la senyera y al símbolo de la ciudad.
En la nueva bandera, la que oficializará el pleno el viernes, el Castell cuenta con almenas en forma de flecha y no planas, cada torreón dispone de dos pequeñas ventanas, y no una como hasta ahora, y los marcos y zócalos del Castell también son distintos. a pesar de los cambios, la imagen heráldica conserva el aspecto del escudo de la ciudad, de manera que la ciudadanía apenas percibirá los cambios.A partir de ahora, el Ayuntamiento deberá renovar por completo las banderas situadas en edificios públicos. Amadeu Aguado, portavoz del gobierno, anunció ayer la intención del ejecutivo de que la ciudad estrene las nuevas banderas para Festa Major.
