Agbar ha decidido retirar el contencioso que presentó contra los acuerdos del pleno del 1 de diciembre de 2016, en el que se extinguió la concesión de Mina como gestora del servicio del agua en la ciudad, al cumplirse los 75 años del contrato, se desestimó un recurso de la compañía contra la prórroga forzosa y se aprobó el proyecto de reversión de bienes. La multinacional ha comunicado su decisión de renunciar al pleito tras conocerse la sentencia favorable a Mina del juzgado contencioso número 9 de Barcelona en un recurso prácticamente idéntico.
En 2016, junto al contencioso de Mina, Aigües de Terrassa se presentaron tres más. El máximo accionista de la compañía, Agbar, acudió a los tribunales y también lo hicieron Aigues de Matadepera y los accionistas de Mina. Aunque con matices en función de los intereses de cada actor, las demandas eran prácticamente idénticas.
Todo indica que con la primera sentencia favorable al contencioso de Mina, el resto de socios no querrán arriesgarse a un fallo desfavorable de otro tribunal. De momento Agbar ya ha retirado su contencioso y todo apunta a que Aigües de Matadepera, empresa filial de Mina, y los accionistas de la compañía estudiaran desistir. A pesar de tratarse de demandas idénticas presentadas por agentes de un mismo grupo empresarial, nunca se reagruparon, de manera que cada contencioso ha seguido su curso en juzgados distintos.
Ayer, Agbar renunció al contencioso a las puertas de una prueba pericial señalada para hoy mismo
y que finalmente ha quedado suspendida. Coincidiendo con la retirada, la multinacional ha valorado la sentencia favorable a Mina que ha declarado nulas las prórrogas forzosas que modificaban las condiciones del contrato de la compañía y el proyecto de reversión de bienes. El Ayuntamiento de Terrassa ya ha anunciado que recurrirá el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.
"Estamos convencidos de que el TSJC confirmará la sentencia porque está bien fundamentada judicialmente -afirman fuentes de Agbar-. El fallo evidencia el abuso de poder que cometió el pleno de Terrassa".
La causa que se sigue en el juzgado contencioso número 9 de Barcelona es la única abierta en este momento contra las decisiones municipales en torno al final de la concesión de Mina y el cambio de modelo a una gestión pública del agua. Mina también recurrió la decisión del pleno de revisar el modelo de gestión, poniendo fin a 75 años de concesión privada y apostando por la gestión directa, pero la compañía acabó retirando la demanda.
Desde el 10 de diciembre de 2018 la entidad municipal Taigua gestiona la captación, el tratamiento y el suministro del agua en Terrassa, una decisión que no está afectada por la sentencia del juzgado contencioso 9 de Barcelona.
