El 5 de enero pasado, al inicio de la tradicional cabalgata de Reyes Magos de Terrassa, murió un caballo de un infarto. Fue un hecho aislado, pero ha contribuido a tomar una decisión meditada antes del fatal suceso: en las próximas cabalgatas no habrá caballos. Al menos, no habrá caballos “sueltos”, fuera de carruajes. Si se mantiene la presencia de algún equino será en la carroza del Patge Xiu-Xiu.
El Ayuntamiento y el Centre Cultural El Social, entidad organizadora del evento, han acordado la retirada general de caballos con el propósito “de garantizar la seguridad de personas y animales”, de evitar la repetición de un incidente como el registrado el 5 de enero y contribuir “a la mejora de una de las cabalgatas más reconocidas de Catalunya”. El Consistorio comunicó ayer la decisión conjunta y destacó que El Social ya había comenzado meses atrás “un proceso de reflexión con el objetivo de introducir algunos cambios que permitiesen continuar mejorando la calidad del acontecimiento”. Y la retirada de la presencia de animales formaba parte de esas modificaciones. De hecho, en la cabalgata del 2018 participaron quince equinos, la mitad que en la del año anterior.
El 5 de enero, al inicio del esperado desfile, un caballo del séquito del Rey Melchor se desplomó en la calle del Col·legi, en el Centre. Sufrió un infarto. Apenas había caminado veinte metros. Una joven iba a lomos del equino, pero no sufrió lesiones. A su lado caminaba el dueño del caballo, a pie, orientando al animal. La muerte repentina causó un retraso de unos veinticinco minutos en el desfile.
Cientos de personas que esperaban el paso de Sus Majestades en el Centre supieron del incidente minutos después, pues las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea dieron cuenta de ello en breve. Personal sanitario y de bomberos retiraron el cadáver.
El Social organiza la cabalgata desde hace 101 años y nunca había ocurrido algo semejante. Ricard Figueras, presidente de la entidad cultural, lamentó el percance, algo imprevisible, extraordinario, pero no pudo adelantar si la muerte del animal obligaría a replantear la organización del próximo evento de los Reyes. Una comisión específica debía reunirse para tratar la situación. Tenía once meses por delante para resolver algo, pero las circunstancias parecen haber obligado a acortar los plazos, y mucho.
La polémica se acrecentó con el paso de los días, de pocos días. La comisión de derecho animal del Col·legi d’Advocats de Terrassa se pronunció. Condenó la “utilización de animales en espectáculos públicos” y recordó que ya había emplazado al Ayuntamiento un año atrás a prescindir de su uso.
Los letrados anunciaron que activarían actuaciones para averiguar las causas de lo ocurrido y subrayaron que persistirían en su lucha para que en Terrassa se dejasen de utilizar animales en espectáculos. En las ciudades de Tarragona y Sabadell, por ejemplo, ya es así.
Buen trato
En Terrassa también será así, en principio. La decisión, estudiada de antemano en aras de la seguridad debido a la asistencia de miles de personas a la cabalgata, ha sido tomada tras la muerte acaecida el 5 de enero. Y si hay caballos en la cabalgata del 2019, será sólo en el carruaje del Patge Xiu-Xiu, manifestó ayer Ricard Figueras.
El gobierno municipal y todos los implicados en el acontecimiento “han defendido siempre el buen trato a los animales y rechazan toda muestra de maltrato o crueldad hacia cualquier ser vivo”, afirmó el Ayuntamiento.