La Mola amaneció nevada el sábado. El temporal y las fuertes lluvias del viernes permitieron que, por la mañana, los terrassenses se encontraran la cima y una parte del camino lleno de nieve. No fue tanto el grueso que quedó como el que se pudo ver el pasado mes de enero, pero fue suficiente para poder disfrutar una vez más de este fenómeno meteorológico y una bonita estampa. Además, seguro que no dejó de sorprender a algunos, pues venimos de unos días en los que ha hecho bastante calor, incluso demasiado para la época del año. La Mola estrenó así, de blanco, la primavera.