Pep Pla se considera un hombre de teatro y como tal ha realizado incursiones en muchos de los registros que este campo ofrece. Es intérprete, director, ha escrito y coescrito alguna que otra pieza y es gestor. A la pregunta de que trabajo le gusta más, responde que "tengo el corazón partido. No sabría escoger porque en todo lo que hago me lo paso muy bien. Es cómo si me dieran a elegir entre conducir un coche o una moto pues no puedo elegir porque ambos vehículos me gustan sólo que es diferente".
Pep Pla lidera y es el rostro visible de la programación de la temporada de teatro estable del Caet y también del Festival TNT. Valora su labor y la de su equipo, y se muestra satisfecho porque tras una década de trabajo está dando muchos frutos. "La programación estable tiene un público fiel y un índice de ocupación alto, y el Festival TNT ya es un referente para programadores de Europa y está llegando a homólogos de Asia y América. Compañías que hemos programado en el festival están cosechando éxitos en teatros como el TNC". Está contento pero no del todo. Dice que continúa persiguiendo su objetivo que es contar con un espacio de creación contemporánea propio. "Es el modelo que hay en Europa. Hay la gran ciudad con mucha oferta e infraestructura pero otras que están cerca también disponen de sus teatros y de sus centros de producción". ¿Será posible? El gestor cree que el Caet y el TNT son ahora una gran tarjeta de presentación para que las autoridades crean en el proyecto.