Raúl Torres ha regresado esta temporada al Terrassa con el propósito de escribir los últimos capítulos de su carrera deportiva en el club donde empezó. Futbolista de una calidad superlativa aunque de trayectoria discontinua, en esta nueva etapa en el Terrassa parece haber encontrado los estímulos emocionales suficientes para convertirse en uno de los ideólogos de este equipo. Apoyado en su fútbol de magnífica concepción estética, no sólo sobresale en la zona de creación sino que brilla de forma especial en la de finalización. El domingo dos goles suyos (ya lleva cinco y comparte la condición de máximo goleador con Raíllo) acabaron con la resistencia de un Júpiter tímido e imberbe que no generó ni una sola oportunidad de gol en los 90 minutos de juego. Raúl Torres marcó dos goles de distinta concepción. El primero fue una obra de arte, un ejercicio de calidad, precisión e inteligencia al alcance de no muchos futbolistas de la Tercera División. Fue en el lanzamiento de una falta, dibujada en el libro de estrategia de otro modo pero que él reconvirtió de forma excepcional. Recibió el balón levantado pero cuanto tenía que ponerlo en el área a Raíllo, apreció que un defensa perseguía el desmarque de su compañero. Cambió el guión de la jugada, abrió el balón a la izquierda y se descolgó con un remate extraordinario desde fuera del área que superó a Andrés. En el segundo tanto, fue el más listo del estadio, aprovechando un error de un defensa y después del portero para entrar bajo palio con el balón hasta el interior de la portería.
Por encima de esos dos goles, decisivos en el desenlace del partido, Raúl Torres emergió como el mejor futbolista de todos los que aparecieron en el terreno de juego. Con libertad de movimientos en la media punta, acomodó su fútbol a lo que solicitaba la tarde. Apareció en los momentos determinantes, enlazó la zona de creación con las puntas de ataque y materializó los dos goles de la jornada. Magnífico expediente para un jugador gigantesco que parece estar disfrutando como nunca del fútbol.
Triunfo indiscutible
La superioridad del Terrassa sobre el Júpiter resultó indiscutible desde el arranque del partido. Agustín Vacas alineó a Cristian esta vez en el lateral derecho, la posición donde probablemente jugará más con el nuevo técnico. El desplazamiento del capitán a la defensa, que conllevó la suplencia de Xapi Arnau, abrió la puerta de la titularidad a Joan Grasa. Aún sin cuajar un partido notable, el Terrassa fue mejor que el Júpiter en todos los conceptos del juego. Estuvo eficaz en la parcela defensiva, controló el centro del campo a su antojo y en ataque se desatascó a partir del 2 a 0, cuando su rival dejó más espacios y los velocistas del equipo camparon a sus anchas, con especial significado Dani Pujol. El Terrassa estuvo más cómodo en el vértigo que en la pausa, con oportunidades suficientes para haber sellado un triunfo más holgado.
Pese a la superioridad manifiesta de los egarenses, su primera parte transitó dentro de la mediocridad. Sacando de ese contexto el magnífico gol de Raúl Torres en el minuto 13, al equipo le faltó velocidad y frescura. Desequilibró menos de lo deseable desde las bandas y sus apariciones en el área grisgrana fueron escasas. Apenas una acción de Joan Grasa que resolvió el portero visitante y una inmejorable oportunidad de Velillas que mereció el gol. Raúl Torres fue el iniciador de la jugada, Velillas sorteó a un par de defensas pero a la hora de la finalización su disparo no reunió las mejores condiciones y acabó contra el cuerpo de Andrés.
Las escasas esperanzas del Júpiter, inofensivo en todo momento pero algo más atrevido al empezar la segunda mitad, se diluyeron en el minuto 53 cuando un doble error defensivo fue aprovechado por Raúl Torres para poner el 2 a 0 en el marcador. Dos minutos más tarde, Raíllo remató con peligro desde la frontal del área.
Vacas dio entrada primero a Dani Pujol y después a Guti con el fin de darle otra velocidad al partido y aprovechar los espacios que se producían. Fue así como el partido entró en su fase más dinámica en el último cuarto de hora, con un Terrassa atento en la recuperación y eficaz en el contragolpe. Dani Pujol generó una primera situación de peligro en el minuto 73, pero su centro lo abortó el portero del Júpiter; Àlex Fernández obligó a otra aparición de Andrés en el minuto 80, con un disparo que el portero repelió con los pies; y otra carrera de Dani Pujol en el minuto 81 a punto estuvo de permitir a Raúl Torres anotar su tercer gol de la tarde, aunque en esta oportunidad su remate salió por encima del marco grisgrana. Hubiese sido el colofón perfecto a la estupenda tarde del jugador egarense.
TERRASSA FC 2
CE JÚPITER 0
TERRASSA FC. Ortega, Cristian, Amantini, Joel, David López, Àlex Fernández, Marc de Val, Raúl Torres, Grasa, Raíllo y Velillas. Dani Pujol sustituyó a Grasa en el minuto 64; Guti a Velillas en el 77; Enric Vega a Raíllo en el 87.
CE JÚPITER. Andrés, Roger, Julen, Sergi Pérez, Pep, Dani, Ángel, Vives, Eric, Prat y Pau. Marcos sustituyó a Vives en el minuto 46; Óscar y Baulí por Prat y Ángel en el 66.
Árbitro. Gerard Brull Acerete. Amonestó a Àlex Fernández, Velillas, Raíllo, Raúl Torres, Eric, Marcos.
Goles. 1-0, minuto 13, Raúl Torres; 2-0, minuto 53, Raúl Torres.
Público. 477 espectadores.
EL DATO
Àlex, baja. El centrocampista Àlex Fernández vio ante el Júpiter su quinta tarjeta y no podrá alinearse el domingo en el campo del Santfeliuenc. El partido empezará a las 6 de la tarde.