Toda una vida consumiendo y una idea clara. "El "caballo" te engancha por completo y te destroza. No hay medias tintas con la heroína".
Lo explica Roberto, nombre simulado de un veterano consumidor actualmente en tratamiento sustitutivo con metadona. A sus 42 años, lleva 2,5 sin pincharse, aferrado a un tratamiento que "me evita el mono y me ayuda a no recaer. Sé que si lo dejo vuelvo".
Roberto consumía desde los 13 años y con 30 se inyectaba "día y noche, hasta que toqué fondo". Tras dos ingresos, uno de ellos por sobredosis, decidió pedir ayuda y empezar a mirar la heroína desde la distancia".
"Ya lo creo que ha vuelto y de qué manera", comenta. El hombre explica que se estrenó en el consumo "pagando 7 mil pesetas por una ‘papela’ de un cuarto de gramo. Hoy por 50 euros, 8 mil de las antiguas pesetas, tienes 1 gramo de heroína muy cortada".
Roberto sabe que "hay gente nueva en ‘el caballo’, pero el que entiende de verdad está en la metadona".
Desde su experiencia, se muestra convencido de que los jóvenes que la fuman "no tienen in idea de lo que hacen. A mi me ha destrozado la vida, me la ha arruinado. así es que intento no acercarme a ellos. Pero si me ponen uno delante se lo digo claro: ‘Ni se te ocurra tocarla’. Y si es familia lo cojo de la oreja y le pongo las pilas".
Sin empleo ni pareja, Roberto prefiere no hablar de futuro. "Me vale con vivir día a día".
