Estadísticamente, el Terrassa – La Jonquera era un partido abocado al empate a cero. Los egarenses no habían encajado ningún gol en su estadio en los tres partidos disputados hasta el momento. Los gerundenses, novatos en la categoría, llegaban con el aval de haber recibido únicamente dos en los seis partidos de su historial en Tercera. Con esa tarjeta de presentación, el gol se pagaba a precio de oro este domingo. Y al final, la estadística tuvo razón y ninguno de los dos equipos fue capaz de marcar en los 90 minutos de historia de un partido discreto que confirmó la dificultad que el Terrassa anda arrastrando en la parcela ofensiva en las dos últimas jornadas.
Esa falta de efectividad ofensiva se ha convertido en el principal problema del conjunto de Toni Rodríguez. La posesión, el dominio y la superioridad en la producción de oportunidades le corresponden, pero el fútbol se alimenta de goles y cualquier disfunción en ese apartado se penaliza en modo superlativo, sea en la categoría que sea. Futbolistas como Alberto Górriz o Velillas aún no han marcado, Raíllo anda lejos de los mejores realizadores del campeonato y la estrategia se mantiene como la principal aportación en esa parcela. Ese escenario condiciona el fútbol del Terrassa, bien construido en otros conceptos pero mal resuelto en el área.
El fútbol no es un deporte en el que se gana a los puntos. Es preciso ser regular, pero la contundencia del KO esconde muchas veces diferencias estructurales entre dos oponentes. Del imborrable Muhammad Ali se dijo que bailaba como una mariposa y picaba como una abeja, un símil que intentaba retratar su boxeo estético adornado con una contundencia extraordinaria. Trasladado ese dibujo figurado al Terrassa, se puede decir que el conjunto egarense adorna su fútbol con un baile semejado al de una mariposa, pero que aún anda sin el aguijón preciso para tumbar a sus adversarios con la superioridad que se le supone. O al menos así le ha sucedido en las dos últimas semanas, la de la decepción en Sabadell y la que puso el punto y final a su magnífica racha de ocho victorias seguidas en el Camp Olímpic.
Mala primera parte
La paciencia se había esgrimido como uno de los argumentos a aplicar en el fútbol de los egarenses este domingo ante un rival bien construido defensivamente y que sabe esperar las oportunidades que le ofrece el partido. Toni Rodríguez, entrenador egarense, hizo un solo cambio en el once titular en relación a la semana anterior (Xapi Arnau por Velillas), aunque el mismo comportó un movimiento de piezas mayor. La entrada del lateral derecho conllevó que Dani Pujol avanzase su posición al centro del campo, mientras que Raúl Torres pasaba de la derecha a la izquierda en la zona de interiores. Raúl Torres fue quien asumió un mayor protagonismo en el inicio y un disparo suyo rechazado por el portero Toni estuvo a punto de ser cazado por Dani Pujol en la primera oportunidad del partido. La lentitud del Terrassa premió el juego de La Jonquera, sencillo pero efectivo. Los visitantes anduvieron a la caza del error y en dos oportunidades estuvieron cerca de tener premio, primero en una mala cesión de Raúl Torres y después en un despiste de Cristian. El Terrassa anduvo previsible, con escaso ritmo y cierto desequilibrio entre sus líneas, acentuándose el vacío en el centro del campo. Únicamente generó peligro en un disparo alto de Raúl Torres a la media hora de juego. Aunque fue La Jonquera quien anduvo más cerca del gol en dos acciones de Joan Pons, la primera abortada por Ortega y la segunda mal resuelta en la definición.
El Terrassa perdió en el primer tiempo a Borges, con una fractura en un dedo del pie, y en el descanso a Joel, que había sustituido a Borges. Toni Rodríguez dio entrada al debutante Marc de Val, ubicó a David López en el centro de la defensa e improvisó con Cristian como lateral izquierdo. La presencia de Marc de Val actuó en beneficio de Àlex Fernández, espléndido en la segunda mitad, y el fútbol del Terrassa mejoró de forma visible con un Dani Pujol mucho más presente en la banda derecha. El balón corrió más, mejoró el criterio en la selección de las jugadas, las bandas tuvieron mayor protagonismo y las situaciones de gol se multiplicaron. La Jonquera se atrincheró y prácticamente no llegó a las inmediaciones de Ortega en todo el segundo período. En diez minutos el Terrassa produjo tres ocasiones: un remate de cabeza de Górriz desviado a centro de Dani Pujol; una llegada de Xapi Arnau que no pudo culminar Raíllo; y otro remate de cabeza por encima del travesaño de Górriz.
El siguiente recurso ofensivo fueron los remates desde fuera del área de Àlex Fernández. El egarense realizó dos, ambos rechazados con problemas por Toni. Y la última alternativa fue la entrada de Velillas por Raíllo, lo que comportó un cambio de dibujo a un 4-2-3-1 con Velillas en la banda izquierda del ataque y Raúl Torres en la media punta, en una posición más adelantada de lo que está siendo habitual. Velillas generó las dos últimas ocasiones del Terrassa. La primera con un disparo desviado al marco visitante y la segunda, ya en el minuto 93, en un remate de cabeza a centro de Xapi Arnau que salió ligeramente desviado cuando ya se cantaba el gol, en la mejor oportunidad del Terrassa a lo largo de los noventa minutos.
TERRASSA FC 0
UE LA JONQUERA 0
TERRASSA FC. Ortega, Xapi Arnau, Amantini, Borges, David López, Àlex Fernández, Cristian, Raúl Torres, Dani Pujol, Alberto Górriz y Raíllo. Joel sustituyó a Borges en el minuto 25; Marc de Val a Joel en el 46; y Velillas a Raíllo en el 75.
UE LA JONQUERA. Toni, Zou, Molina, Murga, Boran Minic, Pujol, Fran Pérez, Mamau, Brice, Joan Pons y Marc Vilà. Tidi sustituyó a Zou en el minuto 59; Coro a Marc Vilà en el 69; y Sergio Moreno a Joan Pons en el 80.
Árbitro. Joel Luceño Soriano. Amonestó a Amantini, Zou, Pujol, Mamau, Brice y Marc Vila.
Público. Unos 600 espectadores.