Tras jubilarse como profesor de matemáticas, Rafael Casals Cienfuegos-Jovellanos (70 años) se implicó en los colectivos de personas mayores. Es el presidente desde hace dos años de la Federació d’Associacions de la Gent Gran de Terrassa i Comarca.
¿Cuáles son los propósitos de la federación?
Compartir los problemas de los diferentes centros de personas de edad, fomentar la interrelación y promover actividadades.
¿Qué tema les preocupa?
Fundamentalmente dos temas, los recortes en las ayudas de la Generalitat y de los ayuntamientos y la falta de colaboración en la organización de actos. Las juntas se sienten solas.
¿Los casales de personas mayores son algo más que un espacio de entretenimiento?
Desde fuera se tiene la idea de que estos centros siguen siendo un lugar para jugar a las cartas y bailar. Pero no es así. Son centros activos donde hay talleres, excursiones, teatro, música… Hay una oferta amplia y diversa. Lo que nos gustaría es introducir conferencias, debates, más actos culturales. El año pasado estrenamos conciertos con alumnos de la Escola Municipal de Música-Conservatori y funcionó muy bien. Pero lo importante es que la gente mayor no se quede en casa, que salga, se relacione y haga vida social.
¿Estos centros deberían abrirse a otros colectivos?
Hay un movimiento externo que defiende que deberían ser espacios abiertos a toda la ciudad. Pero la convivencia entre jóvenes y mayores es difícil porque los intereses colisionan. En los centros cívicos donde hay personas de todas las edades, los mayores están en un rincón.
¿No es partidario de las actividades intergeneracionales?
Sí pero a través de actividades concretas como la que he citado de conciertos de música protagonizados por gente joven.
