A raíz de la escasez de agua que sufre Vacarisses desde inicios del verano, el Ayuntamiento ha trabajado en nuevas prospecciones en agosto (el municipio se abastece de acuíferos). De hecho, el nivel del principal pozo de abastecimiento, el número 1 (en Can Serra) era de 1,6 metros el martes. Entre abril de 2015 y agosto de este año, el nivel de ese pozo no ha dejado de bajar, lo que ha encendido las alarmas. Así, en abril de 2015 el nivel era de 24,1 metros por encima de la bomba extractora; un año y cuatro meses después ha bajado 22,5 metros.
Este mes de agosto se han realizado dos nuevas perforaciones de pozos. La primera, muy ceca del pozo número 1. Las tareas, sin embargo, no han tenido éxito ya que una cavidad ha impedido continuar perforando. A pesar de que se ha intentado introducir una cámara, no se ha podido obtener ningún resultado porque las paredes del pozo se han desmoronado, provocando un taponamiento de tierras.
El segundo de los intentos se efectuó a unos 20 metros de distancia del pozo número 1 y a una profundidad de 180 metros. El resultado de esa perforación fue positivo, aunque la cantidad de agua que se puede extraer es muy baja (entre seis y siete metros cúbicos por hora). Después de constatar que la extracción no afecta el pozo número 1, se ha decidido aprovechar el caudal de esta segunda perforación, a pesar de ser exiguo.
Este serie de perforaciones realizadas a la zona de Can Serra se deben a la posibilidad de que, en caso de resultados positivos, los nuevos pozos se pueden poner en funcionamiento con inmediatez y con menos costes económicos, ya que se dispone de la maquinaria y los cuadros eléctricos necesarios y, por tanto, no sería necesario construir cañerías de transporte.
Este verano también se ha continuado trabajando en el proyecto de reactivación del pozo del Fresno. Ahora se pretende realizar unas pruebas de aforo para conocer los caudales ante una posible afectación por la sequía y antes de efectuar una inversión considerable.
Asimismo, el Consistorio licitará este otoño las obras de renovación de las tuberías de la red de agua en sus puntos más críticos -Torreblanca I y el núcleo urbano- y de la actualización del sistema de telecontrol de la gestión, unos trabajos que estarán subvencionados en su totalidad por la Diputació. El presupuesto asciende a 138.180 euros.
Con estas actuaciones se pretende reducir los consumos de agua y electricidad, además de mejorar las condiciones de vida de los vecinos de las zonas afectadas.
Torreblanca I, una de las urbanizaciones más antiguas del municipio, sufre déficits muy importantes en algunas cañerías. La principal problemática se sitúa en las calles Bages, Manresa y ronda Doctor Fleming, que serán objeto de una reposición total, respondiendo a una reivindicación histórica. Estas tres calles sufren graves problemas de acumulación de cal y una carencia de presión (hay muchas fugas), que se agudiza en verano y que hace que en horas punta no se pueda utilizar el servicio con normalidad. También se sustituirá la cañería de fibrocemento de la carretera de la Bauma (entre las calles de Sant Josep y Can Còdol).
El resto del proyecto persigue mejorar el sistema de telecontrol de pozos y depósitos, con la incorporación de variadores de frecuencia en las bombas y de analizadores de red en las estaciones de bombeo de Can Serra y Font de l’Orpina.