La rama juvenil del sindicato UGT, Avalot-Joves, alertó ayer de que el mercado inmobiliario de Catalunya es el más excluyente del conjunto del Estado español para los jóvenes, ya que ha constatado que un joven catalán debería destinar de media un 80% de su salario para pagar la renta de alquiler y un 64% para comprar una vivienda.
Según un informe presentado en rueda de prensa en Barcelona, desde el año 2000, el precio del metro cuadrado en Catalunya ha aumentado en un 73,3%, pasando de 1.730 euros por metro cuadrado a 2.999 euros, siendo la comunidad con un precio más elevado para comprar una vivienda, un 46% superior a la media estatal, de 2.052 euros.
El sindicato reprocha que, mientras que los precios de los pisos han aumentado en un 73%, los salarios lo han hecho en un 18%, y el sueldo medio anual de un trabajador joven en Catalunya es de cerca de 12.000 euros netos entre los 16 y 29 años y de 16.100 entre los 30 a 34.
Así, según datos del Observatorio Joven de la Vivienda en España, un joven menor de 30 años en Catalunya debería destinar el 64,4% de su salario para comprar una vivienda, ante lo que UGT ha concluido que un joven menor de 30 años que quiera emanciparse en Catalunya en régimen de compra debería cobrar más del doble de lo que cobra actualmente, y recordó que las recomendaciones europeas sitúan que el máximo de inversión debería ser del 30%.
El alquiler, aún peor
En el caso del alquiler, el esfuerzo económico es aún mayor, del 80% para los menores de 30 años y del 59% para los jóvenes de 30 a 34 años, siendo Catalunya la segunda comunidad más cara para emanciparse en régimen de alquiler, casi un 7% por encima que en Madrid.
Mientras la renta mensual media en Catalunya es de 867 euros mensuales, en el conjunto de España es de 674,9 euros. UGT alertó de que un joven menor de 30 años que quiera emanciparse en Catalunya en régimen de alquiler debería cobrar tres veces más.
Ante esta realidad, asegura el informe presentado ayer por Avalot-Joves d’UGT, se concluye que el mercado inmobiliario de Catalunya es el más excluyente del Estado, especialmente en cuanto al alquiler de una vivienda. A pesar de la escasa superior capacidad adquisitiva de los jóvenes asalariados que viven en Catalunya, son éstos los que una vez que se emancipan deben "hacerlo compartiendo piso y por tanto registra esta comunidad el mayor número de hogares compuestos por jóvenes". Esto es así porque con el "sueldo de una persona joven sería inviable económicamente emprender la autonomía residencial en solitario y casi imposible en pareja". Según este estudio, si un joven en Catalunya quiere ejercer su derecho a emanciparse debe sobre endeudarse; sólo el 10% de los jóvenes asalariados catalanes podrían alcanzar los precios de la vivienda.