El comportamiento del mercado laboral catalán invita a un moderado optimismo desde comienzos de año. El paro ha descendido en casi tres puntos porcentuales con respecto al mismo periodo de 2015 – situándose en el 20%- y se han generado 104.400 empleos en Catalunya durante el último año. La iniciada recuperación económica está llegando también a las personas que lo tienen más difícil en Catalunya. En el caso de aquéllas con discapacidad, es significativo cómo han firmado 6.495 contratos entre enero y junio de 2016, un 3,8% que en el mismo periodo que el año anterior y un 23,9% más que en 2014, según ha dado a conocer en un informe la Fundación Adecco. En el estudio se constata que la Industria es el sector que más emplea a personas en riesgo de exclusión en Catalunya.
También los mayores de 45 años registran cifras que invitan al optimosmo: el 85% de los nuevos empleos generados durante el último año en Catalunya han sido para personas que tienen esta edad. Las mujeres también están escalando posiciones, con 41.500 empleos más que en 2015, alcanzando la cifra de 1.461.200 ocupadas en Catalunya, si bien el grueso de los nuevos empleos ha sido para los hombres, que han acaparado el 60% del total.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: "la onda expansiva de la crisis sigue muy presente, afectando de forma especialmente intensa a las personas que, ya antes de la recesión, encontraban obstáculos adicionales para encontrar empleo y que además fueron los primeros en perderlo (con discapacidad, mayores de 45 años, etc). Por ello, sin desestimar la buena marcha de la economía, hay que seguir trabajando con énfasis para que las personas que lo tienen más difícil no sólo tengan empleo cuando la economía marcha bien,sino que puedan acceder al mismo y conservarlo en coyunturas más desfavorables".
Situación crítica
En este sentido cabe añadir que en el primer semestre de 2016, la Fundación Adecco ha generado 517 empleos para personas en situaciones críticas en Catalunya y que, a priori, parecían tener serias dificultades para acceder al mercado laboral. El perfil mayoritario es el de un hombre, mayor de 45 años, con estudios elementales y que se ha integrado en el sector industrial a través de un contrato eventual por circunstancias de la producción. Según Mesonero, "en general estas personas, acuden a nuestras oficinas con una merma muy importante de autoestima y con muchas dudas a la hora de plantear la búsqueda de empleo. A menudo, piensan que su situación es un condicionante negativo y ello les predispone a no tener éxito".
El sector predominante para esta ocupación ha sido la industria, que ha dado empleo al 33,6% de ellas durante el primer semestre del año; seguido del área de atención al cliente, que ha colocado al 15,6%. En tercer lugar, la hostelería ha proporcionado una ocupación al 11,5% de las personas en riesgo de exclusión, seguido del área comercial/ventas, que ha integrado al 6,6%.
Según Mesonero: "el mercado laboral no debe estigmatizar posiciones en función de datos sociodemográficos. No existen empleos para personas con discapacidad, para hombres o mujeres, para jóvenes o mayores. Sólo existen vacantes que exigen unas competencias y personas que las cumplen. Hay que apostar por procesos de selección en los que sólo pesen dichas competencias y no la edad, el sexo o el hecho de tener una discapacidad. Al mismo tiempo, hay que dotar a los demandantes de empleo en riesgo de exclusión de competencias clave para integrarse y competir en los sectores más punteros. Sólo así estaremos ante un mercado laboral maduro, saludable y competitivo".
En lo venidero, y según se desprende del Informe Adecco sobre el Futuro del Trabajo en España, liderarán la contratación el sector de la tecnología e I+D+I (92,5%), el turismo y el ocio (80%), la salud y el bienestar (75%) y la energía (60%). La pregunta que se lanza es si se integrarán también las personas en riesgo de exclusión a estos sectores que deben generar el mayor nivel de ocupación los próximos años.