La Unió Patronal Metl·lúrgica (UPM) y los sindicatos CCOO y UGT firmaron ayer el principio de acuerdo del convenio tanto para la industria siderometalúrgica como para el comercio del metal de la provincia de Barcelona. En el capítulo salarial se establece un incremento del tres por ciento durante la vigencia del convenio, que será de dos años (2016-2017), en concreto se fija un subida salarial del 1,4 % en 2016 y del 1,6 % en 2017. Además se incluye la mochila salarial pendiente del anterior convenio, y una cláusula de revisión de los sueldos para garantizar el poder adquisitivo, acompañado de una limitación de la compensación y absorción que no podrá operar en uno de los dos años de vigencia del convenio por el que se garantiza el incremento real del salario a todo el sector.
Cabe recordar que el convenio del metal de la provincia de Barcelona afecta a cerca de doscientos mil trabajadores. Sin duda alguna es uno de los sectores económicos más importantes de la provincia.
Después de alcanzar estos acuerdos, las partes se han citado para acabar de redactar las cláusulas de los convenios afectados por los mismos así como la adecuación legal de los textos convencionales para los primeros días del mes de septiembre.
CCOO ha valorado muy positivamente el nuevo convenio, que servirá para ganar poder adquisitivo -un 3% en dos años- y mejorar cuestiones como la flexibilidad laboral, la lactancia materna o el protocolo en casos de acoso sexual y derechos sindicales.
Por su parte, Ramón Asensio, presidente de la Unió Patronal Metal·lúrgica valoraba ayer a Diari de Terrassa el proceso de dialogo con los sindicatos. “Como casi toda negociación en materia laboral, ha sido un proceso largo y ha requerido la voluntad y predisposición de todas las partes, habiendo tenido que hacer concesiones para llegar a un acuerdo. Así, valoramos muy positivamente el proceso y el resultado. Aunque defender cada parte sus intereses, las negociaciones se han llevado a cabo con espíritu positivo y de progreso”.
Paso adelante
Asensio añadía que “este acuerdo significa un paso adelante para el sector, un nuevo entendimiento entre los sindicatos y la patronal. El reto de UPM es dar respuesta a las necesidades presentes y futuras de las empresas y aportar valor a los asociados entendiendo sus necesidades, para actuar como un organismo legítimo de representación desde la proximidad al territorio y la transparencia”.
Sobre esta reflexión, el máximo responsable de UPM defendía la aportación de la confederación que preside. “Genera tres factores diferenciales: la relevancia de su dimensión -una patronal de patronales-, los intereses comunes del sector del metal y la proximidad en el país. Un acuerdo en los convenios muestra la necesidad de este modelo confederativo para ir todos a una y conseguir grandes propósitos”.
Por último, Ramón Asensio, realizaba una radiografía de la situación actual del sector del metal. “A pesar de la sólida recuperación de nuestra economía y los datos esperanzadores de finales de 2015, el sector del metal no ha salido aún de la crisis. Incluso la automoción, que parecía mantenerse, está empezando a dar señales de debilidad por la caída de la demanda en Europa. El resto de subsectores todavía sufren mucho”.
Retos futuros
El presidente de UPM considera que existen dos grandes retos: “Por un lado, conseguir la unión de los agentes encargados de poner en valor el tejido productivo catalán como palanca para avanzar y evolucionar y, por otro, reafirmar el papel de las instituciones y la política, agentes clave para la prosperidad de un país. Así, nos mantenemos expectantes ante la evolución de los acontecimiento políticos que forman parte de nuestro contexto: la gestión y formación de gobierno y la situación de Europa con el Brexit, temas que no dejan de ser un reflejo de la situación que viviremos en un futuro inmediato”.
El convenio cuenta con el rechazo del sindicato USOC, que lo ve como un paso atrás, y de la patronal Pimec, que considera que el acuerdo contempla unos incrementos salariales “desproporcionados”.