Entre los principales registros de Cristian García en su carrera destaca el número de partidos en Segunda "A", 390. Sólo tres jugadores en la historia le superan: Nino, Quique Martín y Antonio Hidalgo.
Si cuando debutó en el primer equipo del Terrassa alguien me dice que va a jugar 390 partidos en Segunda le tacho de loco.
Mucha gente hubiese dicho lo mismo. Hace unos días hablaba con mis padres y les recordaba que cuando era juvenil era el más gordito, el más pequeño. Y parecía que no iba a llegar mientras que otros compañeros iban jugando en el primer equipo. Pero hubo un momento clave, que es cuando Alfons Muñoz me deja sin dorsal en mi primer año. Perdí once kilos y debuté contra el Gandía. Aquel día también debutaron Gibanel y Coméndez. Alfons se jugaba la vida, perdimos y lo echaron. Siempre le estaré agradecido. Después vino Miguel Álvarez y al segundo año subimos. Me metí en Segunda "A", cuando era muy difícil hacerlo. Debo confesarle que tampco pensaba yo que iba a llegar donde he llegado.
Su gran valedor en el Terrassa fue Bernando Tapia.
Es fundamental en mi vida personal y profesional. Estaba en el San Cristóbal y me dijo que me iba a traer al Terrassa y que iba a hacer la pretemporada con el primer equipo. No entendía qué me había visto. Ha sido una persona poco reconocida en el club, igual que tampoco lo fue Kiko Sánchez en su etapa como presidente. Pero haremos que Tapia se sienta reconocido. Trabajó muy bien, nos llevó a Segunda. Hay que recuperar a gente que ha tenido un peso en la historia del club. Y Bernardo Tapia es una persona muy importante.
¿Se marcha feliz del fútbol profesional?
Mucho. He vivido de todo, entre ello cinco descensos. Un entrenador me decía que tenía mérito que bajase tantas veces y encontrase equipo. La única espina clavada que tengo ha sido no jugar en Primera División. Pero en Segunda he marcado unos registros difíciles de igualar.
No ha jugado en Primera por muy poco.
Tuve algunas posibilidades. Aquí en el Terrassa no me dejaron salir cuando me quiso el Sevilla, que me ofrecía ir al filial pero entrenando con el primer equipo. Después en El Ejido pude ir al Betis y no me dejaron salir. Pero he sido muy feliz.
Si exceptúo a Xavi y Luque, en la historia reciente del fútbol de la ciudad ya viene usted.
Xavi es un jugador de otro mundo. Y Luque también. Después ya aparezo yo y Toni Moral, que ha jugado en Primera. Es un orgullo estar con esa gente. Eso demuestra que en Terrassa hay buenos futbolistas.
¿Ser entrenador no le atrae?
Tengo el tecer mnivel pero me gusta más el otro ámbito, ser director deportivo. El presidente me da la oportunidad de aprender en ese campo y se lo agradezco. Eso no lo hace cualquiera.
¿Hasta cuando se ve jugando?
Antes vivía obsesionado con dónde iba a jugar. Y me he dado cuenta de que el día a día es lo más importante. Cuando vea que no estoy bien lo dejaré.