Sus segundos Juegos Olímpicos los afronta con valentía. La jugadora del Waterloo Ducks belga, a sus 29 años, es una de las imprescindibles del combinado español. Consciente de que los números sitúan actualmente a España lejos de las mejores selecciones del mundo, Glòria Comerma se rebela ante las cifras y asegura que el equipo está preparado para dar la cara ante cualquier selección.
Después de la decepción que supuso la no clasificación para Londres en 2012, le llega una nueva oportunidad en estos de Río 2016.
Las jugadoras que estuvimos en el Preolímpico de Bélgica para lograr la clasificación para Londres, nos hemos sacado una espina que teníamos clavada y después de cuatro años de mucho trabajo y alguna duda por si nos volvía a pasar y nos quedábamos fuera, ahora estamos muy contentas de haber obtenido la clasificación.
Para deportistas casi amateurs y sin la repercusión de otros deportes de elite, ¿estar en unos Juegos Olímpicos es lo máximo?
Es lo máximo para un deportista y de largo, no se puede comparar con Mundiales o Europeos. Para deportistas como nosotras, que no tenemos nada que ver con los futbolistas o los jugadores de baloncesto, es una experiencia tan grande en todos los sentidos que no se puede comparar. Ellos lo viven día a día y tal vez no le dan la importancia que le damos nosotras pero, aunque sea decir lo típico, estar en unos Juegos es un sueño hecho realidad.
Usted ya cuenta con experiencia olímpica puesto que estuvo en los Juegos de Pekín en 2008. ¿Qué recuerdos guarda de entonces?
El otro día lo pensaba y tengo pocos. En realidad ya hace tiempo de eso, han pasado ocho años, y tengo ciertos recuerdos de la inauguración, de la Villa Olímpica pero tengo pocos del terreno de juego, desgraciadamente y me gustaría en Río, tenerlos de los campos de hockey y menos de lo otro, lo que rodea a la competición. Sobretodo quiero irme de Río sabiendo que me he enfocado más en la competición. No hubo nada negativo en Pekín y todo fue positivo, pero tengo más recuerdos de momentos con las compañeras, la inauguración y de otros deportes que no de la competición.
En la actual selección, ya sólo quedan cuatro jugadoras respecto a las que estuvieron en Pekín 2008.
Sí. Han pasado ocho años y ahora, por edad, a algunas que ya no les tocaba estar o ha habido otras que tal vez no han querido pasar por el sacrificio que hemos pasado para clasificarnos. Somos las jugadoras que hemos de aportar un poco la experiencia al grupo y procurar que se focalice en el hockey y en la competición y que no se distraiga con otras cosas.
Es decir, que su rol cambia completamente y pasa de ser de las jovencitas en 2008, a ser una de las veteranas en 2016.
Si, ahora nos toca a las más experimentadas presentar a las compañeras en unos Juegos Olímpicos y tenemos que ayudarlas ya que, a veces, se deja al margen la competición porque hay muchas distracciones y con nuestra experiencia hemos de tirar del equipo y que vayan con muchas ilusiones y ganas y que lo den todo en el campo.
Brasil no es que sea un país con gran tradición de hockey. ¿Qué ambiente espera encontrar respecto a su deporte?
No lo sé. Es cierto que Brasil es un país en el que el hockey no tiene mucha tradición. Pero unos Juegos Olímpicos atraen a mucha gente y público, aunque algunos partidos costará que vaya gente a verlos. Además, por su situación, hay gente que se ha echado atrás para ir. Nosotras no notaremos muchas diferencias porque estamos acostumbradas a jugar no con mucha gente y no echaremos de menos nuestra grada.
Además, las noticias que llegan desde allí no invitan al optimismo.
Oyes cosas por la radio, la televisión o por las redes sociales. En principio, dicen que el 18 de julio estará todo acabado pero nosotras no podemos hacer nada y no es nuestro trabajo. Estamos seguras que todo estará a punto para el inicio y no habrá problemas y solo tendremos que estar preparadas para jugar y disfrutar.
El hockey español femenino ha bajado de ranking en los últimos años, y después de Pekín muchas selecciones les han adelantado.
Creo que nosotras, por lo que sea, la crisis económica o demás, después de Pekín, nos quedamos un poco detrás de las otras selecciones, que se pusieron las pilas, y por eso no fuimos a Londres. Pero no creo que ahora ocupemos la plaza que nos merecemos. En los últimos tres años hemos subido y creo que podemos dar la cara ante equipos de alto nivel, y ante cualquiera.
Debutan contra la todopoderosa Holanda, casi nada.
Es una buena manera de comenzar. No tenemos nada a perder y ellas sí. Es un equipo muy competitivo, ganador, muy fuerte y con jugadoras fuera de serie, pero hemos de olvidar los últimos partidos y confiar en lo que hemos trabajado y, si nos mentalizamos de que no tenemos nada a perder, podemos plantearles problemas.
El resto del grupo tampoco es fácil.
En unos Juegos no hay equipos fáciles, tal vez las más asequibles somos nosotras. Pero repito, no tenemos nada a perder con ninguna selección y ellas sí, porque están por encima nuestro en el ranking. Nueva Zelanda es un equipo muy físico, China y Corea, juegan muy bien al contraataque y cuentan con un buen penalti-córner y a Alemania la conocemos muy bien.
El seleccionador, Adrian Lock, ¿les ha hablado de objetivos?
Tenemos un objetivo muy ambicioso y sería conseguir una medalla. Tenemos claro que será muy complicado y hemos hablado de ello, que para conseguirlo, hemos de hacerlo todo perfecto. Pensamos que si lo hacemos, competimos al cien por cien y tenemos un poco de suerte, tenemos posibilidades. Sabemos que es un objetivo muy ambicioso pero si optamos a un objetivo menor, en unos Juegos, nos podemos arrepentir en un futuro.