Más dotación municipal para Creu Roja. El Ayuntamiento destinará este año un total de 412.520 euros, unos sesenta mil más que el año pasado (un dieciocho por ciento) con el objetivo de que la entidad pueda tener más recursos para cubrir las necesidades más inmediatas de las personas en riesgo de exclusión social por la crisis económica.
El total de esta subvención se reparte en doce programas de actuación que lleva a cabo Creu Roja en varios frentes; desde la cobertura de alimentos hasta el fomento de la ocupación, pasando por intervenciones socioeducativas con niños y jóvenes y de asistencia a mujeres víctimas de violencia de género, personas mayores, y de cooperación humanitaria internacional.
El programa de mayor peso es el dedicado a la distribución de alimentos, el Rebost, el cual recibirá 126.776 euros. El "Punt de Trobada" o servicio destinado a garantizar el cumplimiento de visita a menores, cuando no hay acuerdo entre los padres, también saldrá reforzado (109 mil euros), así como todos los programas de atención a la infancia y juventud en situación de riesgo y personas mayores solas y/o dependientes de terceros. La renovación del convenio, que tiene una periodicidad anual desde el año 2005, fue firmado ayer por el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, y el presidente de Creu Roja de Terrassa, Marià Gàllego, en el Ayuntamiento. Tras el acuerdo, Ballart manifestó que "confirma el compromiso compartido entre ambas instituciones para con las personas más vulnerables". Ballart, quien calificó la tarea de Creu Roja de excepcional y elogió a los voluntarios, enfatizó que "nuestra prioridad máxima es atender la emergencia social de familias y personas que sufren la crisis; que les falta un plato en la mesa, que no pueden pagar el recibo de la luz y del agua y que temen que les pueden echar de casa".
Pobreza crónica
Por su parte, el presidente local de Creu Roja, Marià Gàllego, agradeció la aportación municipal y señaló que "lamentablemente tendrá que mantenerse". El responsable egarense de esta entidad explicó que "la ayuda de emergencia ha dejado de crecer pero la crisis nos ha dejado una pobreza crónica".
Al respecto hizo referencia a que hay que incrementar los programas de rehabilitación porque "hay muchas personas que siguen necesitando ayuda porque no hallan trabajo que es la mejor garantía para salir adelante. Y además hay colectivos de personas mayores que difícilmente se reinsertaran y requieren, más allá de la ayuda material, soporte emocional porque se sienten culpables", detalló.