Diari de Terrassa

Desafiando el calor sobre dos ruedas

Pese a lo temprano de la hora, el asfalto de la Rambla d’Egara presentaba ya una temperatura más que apreciable. Con la acostumbrada puntualidad, a las 10.02 de la mañana del sábado, la gran serpiente multicolor que conformaba la vigesimonovena Pedalada de Festa Major – Decabike 2016 se puso en marcha tras atender las indicaciones de los organizadores. Hombres, mujeres, niños y niñas de todas las edades comenzaron entonces un periplo de 67 minutos que les llevó hasta la zona del Pla del Castell, en pleno Parc de Vallparadís, el pulmón verde de la ciudad.

El grupo contó con 1.750 participantes, una cifra similar a la de las últimas ediciones. Tardó cuatro minutos en rebasar la línea de salida, situada en la plaza de Ricard Camí. Subieron los ciclistas por la Rambla d’Ègara, avenida de Josep Tarradellas, Abat Marcet, Jaume I, avenida Barcelona, carretera de Montcada, calle Vinyals y Portal de Sant Roc hasta volver a situarse en la Rambla d’Ègara y tomar el Passeig 22 de Juliol y la rotonda Puig y Cadafalch, desde donde accedieron al parque. Hallaron allí su merecido descanso y recibieron el tradicional avituallamiento, parapetados en las numerosas sombras que ofrece el marco.

La prueba no tiene carácter competitivo y el ritmo fue suave. Los 10 kilómetros del recorrido se cubrieron sin cañidas ni incidentes de ningún tipo. Se realizaron un par de reagrupamientos y los ciclistas llegaron al Parc de Vallparadís a las 11 y 9 minutos de la mañana.

El concejal Dani Nart participó
Uno de los ciclistas que tomó parte en la Pedalada fue el concejal de deportes, Dani Nart. La prueba mantuvo su tradicional carácter familiar, con centenares de niños y niñas que participaban junto a sus padres y hermanos. “Somos tus gregarios”, bromeaba un hombre siguiendo la rueda de su hijo, que intentaba dar las primeras pedaladas en la Rambla, poco después de la salida. Dos amigos charlaban animadamente mientras enfilaban una de las cuestas. “Yo siempre quería participar y nunca lo había hecho”, decía uno. “Yo llevo diez años viniendo”, le respondía el otro. Abundaban los maillots de equipos ciclistas locales y también algunas banderas y camisetas del Barça.

Al llegar al Parc de Vallparadís, cada corredor recibía dos donuts y una botella de agua, así como un refresco, todo ello servido por los responsables municipales y los voluntarios. El propio alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, se personó en el Pla del Castell. Se enfundó unos guantes y se puso a repartir como un colaborador más los donuts a los ciclistas que iban llegando, la mayoría sin grandes muestras de fatiga. “Es la primera vez que un alcalde de Terrassa hace acto de presencia en la Pedalada”, explicaba uno de los organizadores.

Llegó entonces el momento de los premios. El de ciclista más veterano recayó, por séptima edición consecutiva en un habitual, Narcís Oller, de 86 años. La más veterana fue Joana Cobo, de 67. Entre los más pequeños, el primero en alcanzar el escenario fue Biel Rodríguez (del 24 de febrero de 2015) y la más pequeña Ivet Luque, del 6 de abril del año pasado. Marta Lladó fue distinguida por el jurado como la ciclista más elegante de la prueba y Encarna García se llevó el de la bici mejor tuneada. La fiesta se cerró con una clase de zumba.

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