El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha cerrado uno de los litigios que enfrenta desde hace algunos años al Ayuntamiento y a la Fundació Terrassa FC. Dicha instancia ha ratificado la sentencia de mayo de 2012 del Juzgado Contencioso Administrativo número 3 de Barcelona en relación al rescate de la gestión del Camp Olímpic, que estaba cedida por parte de la administración municipal a la Fundació. Una decisión que dio la razón al Ayuntamiento y que fue recurrida por la Fundació. El rescate se produjo después de la ruptura con el Terrassa FC.
En todo caso, sigue abierto el conflicto más significado entre las dos partes, referido a la imposición por parte del Ayuntamiento a la Fundació de un canon de 24.000 euros mensuales por la explotación del centro deportivo Terrassasports en unos terrenos de titularidad municipal. El complejo se completa con dos campos de fútbol en el recinto de Las Palmeras. Después de una primera sentencia judicial favorable al Ayuntamiento, el tema está pendiente de la resolución del recurso presentado por la entidad deportiva que preside Guillermo Cabello, que fue quien asumió el coste económico de las obras del complejo. La administración municipal impuso esa cantidad económica al entender que no se cumplía con la función inicial del proyecto de destinar los beneficios de la gestión al Terrassa FC. En una primera etapa, Guillermo Cabello era el presidente de la Fundació y propietario del Terrassa FC, escenario que varió con su salida posterior del club de fútbol.
Intento infructuoso
Hace unos meses, se produjo un acercamiento entre el Ayuntamiento y la Fundació en la dirección de encontrar vías de diálogo que resolviesen el conflicto. El propio alcalde, Jordi Ballart, y el concejal de Deportes, Dani Nart, se pronunciaron en esa dirección. Pero el proceso no ha avanzado, dado que desde la administración municipal se entiende que existe una complejidad notable a nivel legal. Y, hoy en día, pocos apuestan a que se pueda resolver extrajudicialmente antes de que se produzca la sentencia definitiva.
La deuda actual de la Fundació con el Ayuntamiento, dado que el citado canon no ha sido abonado en ningún momento, supera los dos millones de euros. La entidad deportiva, ante los requerimientos de embargo que han sido impulsados desde el Ayuntamiento, paga ahora 5.000 euros mensuales por el citado concepto.
Carles Mota, presidente del la Unió de Futbol Base Jabac i Terrassa, club que está integrado en la Fundació, ha admitido que el proceso de acercamiento promovido hace unos meses no ha tenido resultados apreciables. "El tema está estancado porque la voluntad política que noté hace un tiempo no se ha correspondido con la poca voluntad del departamento jurídico, que sigue intentando embargar", manifiesta. "Hasta el punto que nosotros ahora estamos pagando 5.000 euros cada mes al Ayuntamiento cuando pensamos que no hay que pagarlos." Mota añade que el escenario ha variado. "La voluntad política ahora la pongo en duda, imagino que porque están condicionados por alguna cuestión que desconozco. Alguna persona hay, de las de antes de las últimas elecciones, que es quien frena esa voluntad política. O se le hace cambiar de opinión o algún día pasarán cosas graves, porque al final deberé explicar todo lo que ha pasado en el fútbol de Terrassa desde 2009 hasta ahora. Y el día que eso se explique habrá problemas."
Pesimista
El presidente del Jabac considera que "será difícil llegar a un acuerdo antes de que salga la sentencia" y lamenta el perjuicio económico para el club de la situación actual. "Estamos pagando 5.000 euros que no podemos destinar a los niños cuando entendemos que no nos toca pagarlos. Si hubiese algo más de voluntad nos podrían dejar vivir tranquilos y cuando se produzca la sentencia ya hablaremos."
Mota sostiene que el canon impuesto por el Ayuntamiento "se estableció sin motivo, porque la concesión no lo dice. Las instalaciones que hay en esos terrenos municipales las ha pagado el señor Guillermo Cabello, que no se olvide". Además, estima que la cantidad de 24.000 euros no tiene ninguna lógica. "Está hecho con mala intención, sabiendo que no lo podemos pagar y con la idea de rescatar la concesión".
