La economía catalana va bastante bien, con una perspectiva de crecimiento cercano al 3% para este año, y a pesar de ello, la actividad avanza con “mucha prudencia, lo que en parte es bueno que sea así, ya que se avanza con más solidez”. Así lo aseguró Marià Galí, presidente de la Cambra de Comerç de Terrassa, en el marco del acto de entrega de los premios anuales de esta institución, que se celebró anoche en el Hotel QGAT, en Sant Cugat del Vallès, con la asistencia de Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat. Durante el acto, se premiaron a doce empresas de la demarcación en diferentes categorías y se otorgó el premio al liderazgo empresarial a Josep Colom-Noguera, presidente de la compañía terrassense Gradhermetic.
Según aseguró en su intervención Marià Galí, el contexto inmediato no es “malo” (bajos precios del petróleo y mínimos históricos en los tipos de interés), con lo que el “empleo mejora, aunque poco a poco, y esto favorece el consumo. Las empresas grandes y también las medianas y pequeñas vuelven a tener beneficios y les posibilita emprender nuevos proyectos”. Sin embargo, sigue habiendo “incertidumbres”, como es la limitada capacidad de “crecimiento económico de Europa y de hacer frente a sus problemas estructurales”, por lo que reclamó “liderazgo europeo”.
Para Marià Galí es fundamental que Europa, donde la mayoría de “nuestra empresas tienen sus negocios”, sepa resurgir del “estancamiento y de las limitaciones”, pero también lo es desde el punto de vista empresarial, remarcó, “tener un argumento claro del guión político más próximo”. En este sentido, añadió que “esperamos que las nuevas elecciones estatales permitan que se conforme un Gobierno que, sin desatender las prioridades de cariz económico y social, posibilite una vía para la mejor solución a las cuestiones fundamentales que tenemos planteadas en Catalunya”.
Situación intrigante
Sobre Europa, añadió, se da una situación “intrigante” porque la “incertidumbre del futuro europeo provoca desánimo en el presente, singularmente, cuando en el presente se dan unas condiciones teóricamente favorables”. Ante un auditorio formado por unas quinientas personas representantes del mundo económico, político, económico e institucional catalán, reivindicó el papel de las cámaras de comercio, para las que pidió al presidente Puigdemont que tire adelante una nueva Ley, como ya ha anunciado el propio Govern, que “resitúe a las cámaras de comercio para que tengan un papel reconocido en esta etapa tan compleja, pero al mismo tiempo interesante, de fortalecimiento de una economía catalana inclusiva”.
Ante el planteamiento de la articulación de una Cambra de Catalunya, Galí puntualizó que debe ser una “cámara más representativa y política que ejecutiva, y que reúna todas las sensibilidades camerales y de donde emanen políticas claras que favorezcan el posicionamiento y desarrollo de las funciones y servicios de las cámaras territoriales”. El presidente de la Cambra de Terrassa, que aseguró que la empresa debe “mirar hacia delante” siendo fuerte en el día a día y mejorando su competitividad, no pasó por alto factores que, precisamente, van en contra de esa mejora del tejido empresarial. “En materia de infraestructuras, por ejemplo, pensamos que el déficit que sufrimos es tan grande que ya no nos queda más que ser verdaderamente críticos. Corredor del Mediterrani, IV Cinturó y déficit en infraestructuras ferroviarias, una relación de necesidades excesivamente larga para el esfuerzo de contribución fiscal que se ha hecho desde las empresas y desde la sociedad”. Galí también se refirió a la reindustrialización, de la que dijo que es necesario “promover nuevo suelo industrial para dar respuesta a la necesidades de espacios grandes”.