El terrassense Ramon Suau es un artista y diseñador de prestigio, polifacético y con una trayectoria extensa y contrastada. También es usuario de motocicleta desde hace muchos años, y tiempo atrás, tuvo un "disgusto notable" cuando le sustrajeron una moto prácticamente nueva, "de apenas cinco meses". "A partir de este problema, comenta a Diari de Terrassa, empecé a estudiar estadísticas sobre cuál es la manera más utilizada para robar motocicletas". Y la conclusión fue contundente: el método más empleado es el de la carga de la moto en vehículos de cuatro ruedas como furgonetas y camiones. Ante ello, no sirven cadenas que inmovilizan ruedas o sofisticados arranques electrónicos. "Te pueden robar la moto con una facilidad enorme", comenta Suau. Y el volumen de sustracciones es notable, y por lo visto, va al alza. "Sólo en Barcelona, añade, se roban de seis a siete motos al día….aquí en Terrassa, también bastantes".
Y su creatividad, en este caso, se puso al servicio del mundo del motor. Después de descartar varias ideas, dio con lo que el mismo define como una "idea básica pero que no existía en la práctica. Consulté más de doscientos modelos de utilidad y por lo visto nadie había pensado en ello a pesar de ser algo tan elemental". Así nació el "Dispositivo disuasorio antirrobo para ciclomotores y motocicletas" que el propio Suau ya ha patentado como nuevo modelo de utilidad.
Se trata de un dispositivo inspirado en el clásico picaporte, realizado en este caso con acero "Corten", que queda instalado en la parte vertical, es decir, la pared, del bordillo de las aceras y pensado para zonas señalizadas como aparcamiento de motocicletas. Sus medidas son 180X100X50 mm. El usuario debe "atar" con su cadena la moto a esta novedosa placa que queda anclada al bordillo con dos tornillos químicos de 100 mm de longitud (12 mm de diámetros) con resinas adhesivas.
En busca de la señal.
Es una fórmula que, de hecho, rudimentariamente ya está en la calle. Los motoristas prefieren enlazar sus motos a elementos del mobiliario urbano, como las señales de tráfico. Pero hasta ahora nadie había puesto en el mercado un dispositivo "sencillo" y destinado específicamente para este uso. "Existen otras alternativas pero son propuestas muy grandes, que ocupan mucho espacio", comenta Ramon Suau. El dispositivo se instala en la pared del bordillo con lo que se evita que los viandantes puedan tropezar con él. Además, permite encadenar dos unidades. Una desde el propio aparcamiento, y otra en la acera, si está permitido. "También hay que decir que es de fácil instalación, económico y que no necesita mantenimiento", comenta.
Mucho más complicado
Para empezar, comenta este emprendedor terrassense, el dispositivo evita la substracción y la carga del ciclomotor o motocicleta de forma rápida en otro vehículo. "Vamos a ser claros, si un ladrón se quiere llevar una moto se la puede acabar llevando. Sin embargo, con este dispositivo se ve obligado a cortar las cadenas que aseguran la moto, es decir, que tiene que hacer mucho más trabajo. Se verá obligado a utilizar algunas herramientas ruidosas como un disco. Y evidentemente, todo ello expone al ladrón a ser descubierto, que la gente se percate que se está intentando llevar algo que no es suyo", dice Ramon Suau, Este terrassense ha empezado a promocionar su dispositivo antirrobo, que asegura que ha sido muy bien acogido entre los motoristas. Tiene un programa para presentarlo en los ayuntamientos catalanes de las poblaciones más importantes y espera que tenga un excelente recorrido. "Desde luego, los motoristas lo agradeceremos muchísimo", concluye.
