El entrenador del Centro Parroquial San Cristóbal, Quique Castro, no seguirá la próxima temporada al frente de la primera plantilla del club de Ca N’Anglada. El técnico anunció su decisión al presidente, Miguel Ángel Moreno, después de que éste le ofreciese la continuidad en el banquillo. Quique entiende que se ha acabado su ciclo en el club, a pesar del ascenso a Primera Catalana que se concretó el pasado domingo. El propósito de la junta directiva era mantener y reforzar la estructura técnica del primer equipo con Quique Castro a la cabeza, pero la negativa del técnico egarense abre ahora nuevos escenarios pocos días después de la obtención del ascenso. Su sustituto al frente de la dirección técnica es Oliver Ballabriga, técnico de 37 años que esta temporada ha dirigido al Avià, en Primera Catalana. Ballabriga llegó a un acuerdo con el San Cristóbal el miércoles por la noche y la próxima semana será presentado. Su perfil se adapta a lo que buscaba el San Cristóbal, que quería como relevo de Quique a un técnico acostumbrado a trabajar con futbolistas jóvenes. Ballabriga ha estado vinculado durante toda su carrera al Jabac, destacando su etapa al frente del juvenil al que condujo a División de Honor. También entrenó un año en el Cornellà.
“Hace semanas que tenía tomada la decisión. Y el ascenso no iba a cambiarla”, ha manifestado el técnico a la hora de justificar su marcha de la entidad. “Entiendo que he cumplido un ciclo. Llevo mucho tiempo en el club y necesito un cambio”, ha explicado. “La temporada ha acabado bien, pero no puedo negar que durante este ejercicio han existido algunos problemas. Se ha hecho largo. Ahora lo que me gustaría es salir y entrenar en otro equipo.”
El fin de un ciclo
Quique Castro llevaba seis temporadas en el cuerpo técnico de la entidad parroquial. Cerró su carrera como jugador en el San Cristóbal después de una brillante trayectoria en distintos equipos catalanes y fue entonces cuando inició su etapa como entrenador dirigiendo al conjunto cadete. Tras un año en este equipo, se hizo cargo del juvenil por espacio de tres años, obteniendo el ascenso a Preferente. Y su última etapa ha sido como responsable del primer equipo, por espacio de dos temporadas. En la segunda ha logrado el ascenso a Primera Catalana tras una magnífica segunda vuelta en la que encadenó una fenomenal racha de diez victorias consecutivas que culminó este domingo con el ascenso al imponerse en el campo del Vic Riuprimer por 1 a 2, proclamándose campeón del grupo cuarto de Segunda Catalana.
“Sé que és complicado irse de un club después de haber subido. Pero era algo meditado y hablado. La verdad es que no me esperaba este ascenso, en realidad nadie se lo esperaba hace unas semanas. Pero no tiene sentido cambiar de parecer por el hecho de haber subido. He tenido una alegría increíble y todo lo vivido me reafirma en que se ha acabado un ciclo.”
En relación a su futuro, Quique ha explicado que no tiene ninguna propuesta encima de la mesa. “No tengo ningún equipo ahora mismo ni ninguna oferta. Espero que me llegue algo, pero ahora mismo no tengo destino.” A Quique se le ha señalado como alternativa al banquillo del filial del Terrassa, que militará en Segunda Catalana y que, de momento, no tiene entrenador definido para la próxima campaña tras confirmarse que Dani Uréndez no seguirá en el banquillo.
La sorpresa del presidente
El San Cristóbal jugará este fin de semana su eliminatoria de la Copa Catalunya amateur contra el Berga. Pero en el libro de ruta inmediato la prioridad pasa por contratar un sustituto. El club hizo ayer un comunicado explicando la decisión de Quique Castro en el que agredecía el trabajo realizado hasta ahora por el técnico.
El presidente, Miguel Ángel Moreno, manifestó su relativa sorpresa por la marcha del técnico. “En los últimos días ya apreciaba que podìa suceder algo así. Pero no voy a negar que es algo que me ha costado digerir porque entendía que Quique era parte del club y del proyecto. Yo aposté por él y pensaba que iba a seguir con nosotros en el futuro”.
