El San Cristóbal está a un solo paso de certificar su ascenso a Primera Catalana, lo que podría devolverle la condición de segundo equipo de la ciudad, ya que el Terrassa 1906 está por el momento descendido. El conjunto de Quique Castro tiene el ascenso a tiro. Le basta con derrotar mañana a las doce del mediodía a domicilio al Vic Riuprimer, que es séptimo y no se juega nada en esta última jornada.
Los egarenses han ido claramente de menos a más esta temporada. Su tramo final es insuperable y le ha llevado a situarse en zona de promoción de ascenso en las cuatro últimas jornadas y a ser líder por primera vez tras ganar el derbi ante el Can Parellada el pasado sábado. Los parroquiales llevan catorce jornadas sin perder, con un balance de doce victorias y dos empates. Han sumado 38 de los últimos 42 puntos en juego, imponiéndose de forma consecutiva en sus nueve últimos enfrentamientos ligueros.
El San Cristóbal tiene asegurada, en el peor de los casos, la plaza de promoción de ascenso, pero tanto el técnico como los jugadores no piensan ya a estas alturas en otra cosa que no sea subir a Primera.
La moral, por las nubes
"Tenemos la moral por las nubes. Sabemos que dependemos de nosotros mismos y no podemos desaprovecharlo. Incluso perdiendo podríamos subir, pero entonces dependeríamos de terceros", explicó ayer el técnico Quique Castro, que cuenta con dos bajas y dos dudas para este último partido, que se disputará en horario unificado. Dani Fernández estará ausente por motivos personales, mientras que Pol Fàbrega sigue recuperándose del esguince de rodilla que sufrió en Cardedeu. Son duda Arnau, que sufrió un esguince de tobillo, también en Cardedeu; y Adrián, que evoluciona favorablemente del pinchazo que sufrió la pasada semana en el cuádriceps entrenando.
Las opciones de ascenso del San Cristóbal son claras. Tiene 62 puntos, por 61 del Ripollet, que recibe a un Sabadell Nord que es duodécimo y tampoco se juega nada. Si gana subirá. Cualquier otro resultado le dejará a expensas de que el Ripollet, líder durante cinco jornadas, empate o pierda ante el Sabadell Nord. El Ripollet ha empatado sus dos últimos partidos, pero el San Cristóbal no quiere depender de nadie y saldrá a ganar al campo de un Vic que Castro define como un rival "veterano, sólido y con ganas de practicar un fútbol combinativo". Si se sube habrá fiesta y rúa por la Rambla el domingo.
