Tras un apasionante derbi que se decidió en el último suspiro gracias a un tanto del extremo local Albert, los entrenadores de ambos equipos se mostraron muy satisfechos con la actuación de sus jugadores. Enrique Castro, técnico del San Cristóbal se mostró altamente contento con el partido de su equipo, aunque quiso rebajar la euforia a la espera de una última jornada que decidirá la suerte del campeonato. Un triunfo en Vic (domingo, 12 del mediodía) sería definitivo. "Han jugado con mucha ilusión. Los nervios y el calor nos han pasado factura, pero hemos conseguido sacarlo", dijo en relación al partido realizado por sus jugadores que no perdieron la fe hasta conseguir el triunfo en el último instante. Castro aludió a la fe de su equipo para ganar partidos en los últimos minutos, algo que no es la primera vez que sucede. "El secreto es tener buenos jugadores, que tengan fe, que crean en ellos mismos. Tienen confianza como grupo y no dan nunca un partido por perdido". El técnico parroquial no quiso entrar a valorar la actuación arbitral. "No sé si el colegiado habrá sido riguroso o no, pero la mayoría de rojas han sido por hablar, y desde mi posición no puedo saber si han dicho algo o no". Por su parte el técnico del Can Parellada, Juan Carlos Cazorla, se mostró mucho más crítico con la actuación del colegiado Germán Carrasco. "Nunca hablo de los árbitros, pero es lamentable. Ha sido un partido limpio, un derbi bonito, no ha habido jugadas violentas y nos han expulsado a tres jugadores". Además, Cazorla quiso añadir: "Nos han limitado muchísimo, hemos jugado muy condicionados. No digo que tengan que ganar, tienen buen equipo y están ahí arriba por méritos propios, pero hoy he visto cosas muy raras".