Faibal trasladó hace un año a una fábrica del mismo grupo italiano situada en Hungría la mayor parte de las líneas de altavoces para la automoción que mantenía en Vacarisses. La empresa alegó causas económicas para presentar concurso de acreedores en febrero de 2015 y dejar sólo en Vacarisses la línea de producción que consideraba con mas proyección, la de altavoces profesionales Pro, que ahora sostiene que no tienen suficiente mercado. Hace un año, ya aseguró que no le salía a cuenta fabricar en esta planta los altavoces para coches y que por ello trasladaba la producción. El acuerdo alcanzado con la plantilla en abril de 2015, que supuso el despido de ochenta trabajadores, fue de alguna manera un regreso al primer episodio de esta crisis que ocurrió en octubre de 2014. Ese mes, la empresa presentó un primer ERE para despedir a 79 trabajadoras y con el objetivo de reducir su producción, básicamente, a los altavoces profesionales. Sin embargo, la presión de la plantilla hizo que retirara ese primer expediente de regulación de empleo. Pero la crisis no acabó con ello. En febrero de 2015 adoptó una medida aún más drástica con la presentación del concurso y su idea de despedir a todos los trabajadores. Con la salida de los últimos treinta empleados de la factoría de Vacarisses, que se producirá próximamente, se pone punto y final a décadas de historia de esta empresa en Vacarisses.