Fábrica Ibérica de Altavoces (Faibal), del grupo italiano Minerva Ventura, ha comunicado a las treinta empleadas que aún mantenía en la fábrica situada en Vacarisses que cierra definitivamente y que incoará un expediente de regulación (ERE) en breve para despedir a toda la plantilla. El grupo italiano despidió en abril de 2015 a la mayor parte de sus empleados, un total de ochenta, y dejó un retén de una treintena para intentar abrir mercado con el nuevo altavoz profesional Pro.
Con ello, la fábrica pasó de cinco líneas de producción a sólo una. Según Vanesa Pérez, representante de CCOO en la empresa, la dirección les comunicó el pasado martes que las expectativas de venta del nuevo producto no se han cumplido. "Pensaban que les iba a funcionar bastante bien en países como EEUU y Brasil y aseguran que no ha sido así. Nos dijeron en su día que preveían pérdidas en 2016 y empezar a remontar en 2017. Pero ahora afirman que las pérdidas, ya este mismo año, van en aumento y que no pueden aguantar más".
Sistema de venta diferente
De hecho, reconoce Pérez, los empleados que aún quedaban en Faibal se dedicaban más a fabricar altavoces para la automoción, que había sido el producto originario de la empresa, y no tanto el nuevo altavoz Pro. "El sistema de venta es muy diferente en los altavoces profesionales y, al parecer, no ha ayudado. En la automoción, se cierran contratos para entregar una cierta cantidad durante meses; en el tema de los altavoces profesionales la venta es de forma individual". Cuando la dirección decidió, tras despedir a la mayor parte de la plantilla, continuar con un retén en Vacarisses, con lo que se mantenía abierta la fábrica, se comprometió a que durante los siguientes 24 meses el personal que continuase trabajando en la empresa tendría el derecho a recibir la misma indemnización pactada que los trabajadores que marcharon hace ya casi un año, siempre y cuando el despido fuese por causas objetivas. Aquellos trabajadores recibieron como compensación económica 32 días por año trabajado con un tope de veinte mensualidades. Según Pérez, ahora la empresa no parece estar por la labor de cumplir ese compromiso.
"Nos dicen ahora que esas condiciones eran para despidos individuales y no por el cierre de la fábrica. Pero nosotros tenemos muy claro que estas condiciones se firmaron en su día". La empresa presentó ayer la documentación para incoar el expediente de regulación de empleo y ahora se abre el periodo de consultas para pactar las condiciones. La primera reunión está previsto que se lleve a cabo hoy mismo y en ella el comité exigirá que la indemnización sea la misma que cobraron los trabajadores que dejaron la compañía hace un año La empresa ha decidido otorgar un permiso retribuido a la plantilla a partir de próximo lunes, ya que la dirección dice que ya no hay carga de trabajo.
"Éramos conscientes que veníamos de una situación de concurso de hace apenas un año pero desde luego no nos esperábamos que esto fuera a suceder tan rápido. Hemos estado trabajando con normalidad hasta el último momento. Teníamos esperanza de que la empresa hubiese apostado por un proyecto con futuro", dice Pérez. Otras fuentes sindicales aseguran que "finalmente ha sido lo que pensábamos: un cierre en dos fases para que la empresa no tenga que dar muchas explicaciones y engañar así a las administraciones".