Albert Puig ha perdido el primer vagón del tren que conduce a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Pero le queda un segundo al que quiere aferrarse con todas sus fuerzas. En el reciente Campeonato de España Open de Primavera que se disputó en Sabadell se jugó a una carta la plaza olímpica en los 200 metros estilos, su prueba preferida. Acabó sexto en la final, lejos del podio y de la marca mínima que exigía la Federación Española. "Me pudo la presión", explica en referencia a una carrera que llevaba meses señalada en rojo en su agenda y a la que llegaba en un momento óptimo. Aún le aguarda una segunda oportunidad para acudir a la cita olímpica, dado que es uno de los aspirantes a nadar el relevo de 4×200 libre que ya tiene asegurada la plaza en los Juegos. Puig fue segundo en el Campeonato de España en esa distancia (perdió el oro por una centésima) aunque no hizo el tiempo pedido por la Federación (1’48"50). Sus opciones, sin embargo, se mantienen intactas a la espera de que la Federación decida los componentes del relevo.
"Ahora ya me estoy recuperando del golpe que me llevé en el Open de Primavera", explica en relación a su estado anímico. "Hay que hacer borrón y cuenta nueva y seguir adelante." En Sabadell se jugaba tanto que tras el campeonato le quedó una sensación total de vacío. "Fue una competición dura desde el punto de vista físico y mental, sobre todo en el aspecto mental. La presión que llevaba para hacer la mínima olímpica pudo conmigo. Pero ahora me estoy recuperando", explica antes de viajar a Tenerife donde participará en una concentración hasta el 9 de abril con la selección española.
Las razones
"Fallé por un problema mental. Vinieron mis familiares, mis amigos y me presioné para conseguir la marca. De todo se aprende y para la próxima vez ya sé que la presión no debe poder conmigo. Mi padre siempre me dice: ves y juega con el agua, cosa que no hice en este campeonato. Me ha servido de lección."
Aunque lejos de la mínima olímpica, su medalla de plata en los 200 libre significaba un buen aval de cara a su elección como componente del relevo olímpico de la distancia. Al día siguiente afrontó el 200 estilos, donde tenía depositadas las esperanzas de lograr la mínima. En la final arrancó de forma espléndida, cubriendo los primeros 50 metros en la primera posición. Pero fue perdiendo altura hasta acabar sexto. "Nadé apenas doce horas después del 200 libre. Me dije que saldría a tope a ver si podìa aguantar, pero acabé destrozado, cansadísimo. En todo caso no quiero que sirva de excusa, habíamos entrenado para estar en el mejor estado de forma."
Tras la decepción, el peor momento a nivel personal. La búsqueda de explicaciones, las preguntas sin respuestas, el vacío interior. "Es un golpe fuerte, pero de los errores se aprende. En ese momento por la cabeza te pasan todo tipo de pensamientos. Yo salí a por todas y me quedé en el camino. Estaba esperando el tren y me pasó por delante, no pude cogerlo."
Un nuevo reto
Ahora ha cambiado de registro. "Estoy más motivado que nunca", explica. Ha sido seleccionado para el Europeo que se disputará en Londres del 16 al 22 de mayo, donde seguramente nadará el 200 libre en clave de exámen preolímpico para el relevo. "No me voy a poner ninguna presión, el trabajo está hecho y debo concentrarme en esta prueba." Albert entiende que su estado psicológico es adecuado. "Me siento liberado, me he quitado un peso de encima", se sincera cuando habla de la responsabilidad que tenía en el Open de Primavera. "Desde el año pasado ya estaba pensando en este Open. Ha sido todo un año pensando que tenía que hacer la mínima en esta competición. Y ahora que se ha acabado me he quitado un peso de encima por la presión que suponía."
Con esa nueva mentalidad, es capaz de mirar incluso más allá de Río de Janeiro. "Aún soy joven y con 26 años también puedo pensar en hacer la mínima de cara a Tokio. Pero espero que esos sean mis segundos Juegos." Para ello será preciso que sea incluido en el relevo de 4×200 libre. "Voy a intentar nadar todas las competiciones en que participe en adelante cerca del 1’48" que es lo que pedían. Tengo esta segunda oportunidad y quiero aprovecharla. Puedo estar a poco de la marca que piden y el seleccionador puede alargar la mano porque he estado desde Barcelona 2013 en ese relevo".