El volumen de trabajo en el sector de la carpintería se reactivó notablemente en 2015 y esta tendencia se mantiene en los primeros meses de este año. La mayoría de industriales firmarían que 2016 fuese, como mínimo, como el pasado año. Así lo asegura Pere Solanellas, presidente del Gremi de la Fusta. No obstante, no todos los talleres viven de la misma manera la recuperación. A las empresas tradicionales (generalmente de pequeño tamaño), que no se han abierto a nuevos sectores, les está costando más levantar cabeza. La construcción vuelve a generar demanda aunque limitada.
El año ha arrancado bien
El trabajo continúa aumentando, aunque no todos los carpinteros lo notan de la misma manera. Mientras más emprendedores son, más jóvenes y más trabajan en el extranjero, mejor están. Hace poco, un empresario me comentaba que el 75 por ciento de su actividad la realiza en el exterior. Es gente emprendedora, que está bien colocada, con contactos, y que se dedica al retail o a las ferias. Evidentemente, no todos los carpinteros tienen capacidad para hacerlo.
¿Qué países son los mejores?
Sobre todo se sale a Francia, Inglaterra, Alemania e Italia. En definitiva, las empresas que abarcan el sector comercial montan tiendas de cadenas allí donde les piden. Pero hay otros talleres que, por ejemplo, se dedican a hacer casas de alto nivel en Catalunya, y que por lo tanto, no tienen que salir al exterior. Hay muchos rusos que han venido a Catalunya, que poseen un gran nivel adquisitivo, y se construyen casas por la Costa o en barrios altos de Barcelona.
¿Qué empresas lo pasan peor?
Todavía pasan una situación de dificultad las que se dedican, por decirlo así, a la "señora María". Es decir, los carpinteros que hacen armarios o cosas similares por encargo. El problema es que, en este segmento, hay mucha competencia de Ikea. Cuando alguien tiene que comprar algo sencillo se va a esta gran superficie en vez de acudir al carpintero que se lo había hecho toda la vida. Esto es una situación que afecta a una parte de los profesionales del sector. Los talleres pequeños son los que están más afectados porque no pueden hacer trabajos de cierta envergadura.
Nos pone un ejemplo
La Caixa ha abierto recientemente una oficina bastante importante en la Rambla. La empresa que ha realizado la parte de carpintería tiene una plantilla de siete u ocho operarios, y si han tenido que trabajar por la noche para acabar lo han hecho y no han puesto problemas. Es un taller de Castellar del Vallès. Pero hay talleres que no poseen capacidad ni flexibilidad para hacer esas cosas.
¿Qué les deparará 2016?
Si el trabajo sigue en los niveles del año pasado, creo que la mayoría de empresas firmarían. Siempre habrá talleres que no acaben de ir bien. Pero esto ocurre por falta de visión y porque no se han modernizado invirtiendo en maquinaria. Y esto es un pez que se muerde la cola. Si no tienes trabajo y no generas suficientes ingresos, entonces no se invierte en maquinaria. El resultado de todo ello es que luego llegan encargos que no se puede hacer porque no se está preparado.
Existen algunos factores negativos que pueden afectar a la marcha de la economía.
La incertidumbre política afecta, claro, pero también el tema de China o la caída de la bolsa. Por ejemplo, en nuestra empresa se había previsto realizar una inversión y finalmente la hemos aplazado. A cambio, hemos sustituido una máquina, que nos ha costado el doble de lo que significaba la inversión aplazada . Hemos pensado: vamos a hacer realmente lo que necesitamos para producir y vender, y la parte de mejorar la dejamos para más adelante…. no vaya a ser que cambien las circunstancias.
Cuestión de confianza
Nuestro sector, el de la madera, como la economía en general, se mueve por la confianza. Cuando baja, simplemente se deja de invertir. Pero hay un factor que también puede ayudar y con el que realmente no se contaba.
¿Y cuál es?
Parece que hay mucho dinero negro en billetes de quinientos euros. Se han oído noticias de que va a ver un mayor control…. y ya estamos viendo a personas que vienen a comprar cosas de pequeño valor y te pagan con uno de estos billetes. De hecho, las empresas no tenemos ningún problema: te están pagando con un dinero legal y que tendrá su factura legal. Supongo que hay gente que empieza a sacar ese dinero que tenía guardado y comienza a hacer cosas que antes no hubiese hecho.
La construcción vuelve a crecer, lo ¿están notando?
Este sector ya no es tan importante como lo fue en su momento; hay muchos profesionales que huyen de esto. Sin embargo, hay otros que van haciendo cosas. Se nota que también hay una mayor actividad…que si una casa, una pequeña promoción de pisos y cosas así. Un promotor, por ejemplo, me comentó que quiere hacer ocho casas en Matadepera con forjado de madera. Aquí, todo está hecho con cemento y el tema de madera empieza funcionar en ese capítulo.
Esta semana han vuelto a celebrar el concurso de aprendices de carpintería. ¿Los jóvenes se interesan más por este oficio?
Muchos jóvenes se han dado cuenta de lo que pasó años atrás en el sector de la construcción, cuando había trabajo y un gran número abandonó los estudios y, sin formación, se emplearon allí. Muchos saben ahora que eso significa pan para hoy y hambre para mañana. Por eso, se valora ahora más tener un buen oficio.