La sección octava de la Audiencia Provincial de Barcelona tiene previsto juzgar hoy a Juan José M. L. por los delitos de homicidio en grado de tentativa y allanamiento de morada, con el agravante de uso de disfraz, para quien el fiscal solicita 9 años de cárcel. El imputado se encuentra en prisión provisional desde el 23 de octubre de 2014. El acusado, que iba con la cara tapada en el momento de la agresión, intentó matar a una mujer con un cuchillo después de entrar en su domicilio, en la calle de Bellavista de la urbanización de Sant Miquel de Guanteres de Viladecavalls. Se da la circunstancia de que ambos son vecinos.
Los hechos se remontan al 17 de octubre de 2014, cuando sobre las 6.20 de la mañana el acusado saltó la valla exterior de la vivienda unifamiliar de la víctima, a la que esperó en el patio hasta que salió del inmueble, momento en el que la abordó por sorpresa y la empujó hacia el interior del domicilio.
Una vez dentro, el acusado se colocó encima de la víctima, que se encontraba en el suelo a consecuencia del empujón, e intentó clavarle un cuchillo al tiempo que le introdujo los dedos en la boca para que no gritase, explica el Ministerio Público en su escrito de acusación. Y añade que la mujer intentó zafarse del acusado sujetándole el brazo en el que llevaba el cuchillo y logrando que se le cayera al suelo. Sin embargo, rápidamente Juan José M. L. sacó del bolsillo de su chaqueta una hoja de cúter que la víctima también consiguió que se le cayera de las manos, iniciándose un forcejeo entre ambos.
Durante el ataque, el agresor, que llevaba la cabeza cubierta con una camiseta con dos agujeros en la zona de los ojos, le dijo a la mujer que "venía a matarla", explica el fiscal en sus calificaciones.
En el forcejeo final, la mujer logró herir levemente a su agresor, quien, ante la fuerte resistencia que opuso la víctima, huyó precipitadamente de la casa perdiendo las gafas que llevaba puestas.
El estudio de las gafas por parte de los Mossos d’Esquadra, que se hicieron cargo de la investigación, fue determinante para detener al acusado ya que eran de una marca y un modelo concretos que sólo distribuye una óptica de Terrassa.
La investigación dio un giro decisivo cuando los agentes averiguaron que las gafas presentaban una graduación muy específica y que el mismo día del asalto un hombre había llamado a la óptica para encargar otras gafas idénticas a las extraviadas (misma graduación, marca y modelo).
Tras determinar la identidad del cliente, los agentes fueron a su domicilio -en la misma urbanización donde vive la víctima- y comprobaron que el agresor tenía todavía en el cuello la herida que la víctima le había causado durante el forcejeo, por lo que fue detenido. El caso ha sido instruido por el juzgado número 3 de Terrassa.