"Entiendo la situación. La realidad no es buena y es normal que se produzca un cambio. Lo que lamento es que los jugadores no han conectado con nosotros, no han creído en este cuerpo técnico. Es algo que ha saltado a la vista de todo el mundo." José Luis Duque ha analizado con la claridad que siempre ha caracterizado su mensaje el relevo producido al frente de la dirección técnica del primer equipo. Durante ocho semanas ha intentado dar su sello personal a un equipo que bajo su dirección ha ido perdiendo altura hasta situarse en una posición extremadamente delicada. "El reto que hay por delante ahora es fácil de conseguir. Si no lo hemos hecho es porque los jugadores no han creído en nosotros. Cuando no hay "feeling" entre las dos partes desde el primer día es muy difícil trabajar."
Duque ha señalado que su reproche no es generalizado hacia todo el equipo. Y añade que el aficionado del Terrassa FC podrá valorar de inmediato algunas situaciones que se han producido. "Cualquier persona que entienda un poco de fútbol podrá valorar la situación con lo que va a ver de forma inmediata." Una clara alusión a un posible cambio de actitud del colectivo en las próximas jornadas. "El equipo ni ha creído en nuestro mensaje ni en nosotros. Algunos jugadores han sido diferentes a lo que son habitualmente."
José Luis Duque llegó al banquillo del primer equipo del Terrassa como sustituto de David Pirri, destituido cuando el equipo se encontraba a cuatro puntos de las posiciones de promoción de ascenso. Su trayectoria no ha cumplido las expectativas dado que en ese período ha sido incapaz de conseguir una victoria. Su balance ha sido de dos empates y seis derrotas, lo que ha conducido al Terrassa a la decimoséptima posición de la tabla clasificatoria. Duque estaba al frente hasta entonces del filial en Primera Catalana. "En absoluto me arrepiento de haber tomado la dirección del primer equipo. Lo he dado todo para que esto saliese bien, pero los resultados mandan."
Agradecido al presidente
Tampoco tiene palabras de queja hacia el presidente, que había manifestado en distintas oportunidades que Duque iba a acabar la temporada pasase lo que pasase. "La decisión se ha tenido que tomar a mi pesar", señaló Jordi Cuesta al respecto. "Siempre me he sentido muy apoyado, tanto por el presidente como por el vicepresidente, Ildefons Doblas. Ellos no son los culpables de la situación actual. Ellos me dieron esta oportunidad y ellos son los que han salvado al Terrassa de la desaparición. Sin su intervención hace unos meses, igual el Terrassa no existiría en estos momentos."
José Luis Duque, que la pasada temporada condujo a la Peña San Pedro al ascenso a Primera Catalana, tampoco teme haber comprometido su carrera como entrenador con este episodio fallido. "Los clubs conocen a José Luis Duque y lo que ha hecho durante quince años de carrera. Y quien lo fiche en el futuro sabe que va a contar con la misma persona de siempre, que no puede prometer resultados pero sí mucho trabajo."
El técnico desa suerte a su sucesor. "Ahora lo importante es salvar al equipo", señala. Y añade que él se marcha con la cabeza alta. "Lo único que he pretendido es que el Terrassa estuviese por encima de todo el mundo, porque las personas pasan y el club queda. Todos nos jugábamos mucho y había que apreciar el escudo que defendíamos. Espero que la situación mejore."
En relación a su futuro, está por definir. El club le ha ofrecido la posibilidad de seguir vinculado al Terrassa, un escenario que ya se abordó cuando se concretó su ascenso al primer equipo. En todo caso, no está resuelta la función que desarrollará. El escenario que sí descartó Duque de inmediato fue el de sentarse el domingo en el banquillo si el club no había contratado aún un sustituto. "Si ya pintaba poco hasta ahora, no sé qué iba a pintar en Vilafranca de cara al vestuario".