La economía catalana ha iniciado con “señales positivas” el presente año que apuntan que la tendencia de 2015 “continúa por ahora”. Así lo aseguró ayer Rafael Doménech, economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA, en la 25 edición de la Jornada de BBVA de Economía y Perspectivas que se celebró en el Espai Cultura de la Fundació Sabadell 1859. El acto, que este año se centró en “La digitalización”, fue presidido por Oriol Junqueras, conseller de Economia i Hisenda. En su apertura, contó con la participación de Jaume Ribera, presidente de la Fundació Antigues Caixes Catalanes, que remarcó la importancia de dar continuidad a la labor cultural y social que hicieron las antiguas cajas de ahorro, y de Christian Terribas, director territorial de BBVA, que aseguró que la transformación digital no sólo va ligada a la economía, sino que también es una transformación social y cultural, y que la “industria financiera del futuro será digital o no será”.
Tras los parlamentos de presentación, Doménech, aseguró que, debido a las incertidumbres internas y externas, la economía catalana crecerá en 2016 un 2,7%, “ligeramente por debajo” del dato de 2015. E insistió en que además de reparar los efectos de la crisis, Catalunya debe reducir la grieta que mantiene en términos de empleo y productividad con las economías más avanzadas. Y lo tiene que hacer de “lleno en la cuarta revolución industrial, la transformación digital de la industria y los servicios”.
Nueva forma de organizar
El terrassense Xavier Marcet, presidente de Lead To Change y de la Barcelona Drucker Society, repasó los principales cambios que nos depara el futuro-presente y el proceso de digitalización que ha comenzado “Éste nos cambiará la forma de vivir y la forma de gestionar nuestras organizaciones”. Según Marcet, en un entorno de cambios acelerados será mucho más difícil poder gestionar las empresas y las organizaciones en general, ya que “el mundo cambiará más deprisa que la capacidad de planificar”.
En la clausura, Oriol Junqueras indicó que “Catalunya necesita un sector financiero estable para asegurar que el crecimiento mostrado en los dos últimos años se convierta en sostenido en el largo plazo”. A nivel global, el conseller de Economia añadió que los bancos tienen “un papel fundamental a jugar como catalizadores de una transición mundial hacia un crecimiento más sostenible a largo plazo”. El sector financiero, añadió, puede optar por ser recordado por la crisis de 2008, o por sus medidas creativas e ingeniosas que implemente para fomentar la sostenibilidad a largo plazo. En este sentido, la innovación y la digitalización del sector son clave “para mejorar la rentabilidad y la eficiencia.