Josep Maria Álvarez espera que del próximo congreso de la UGT de Catalunya, que se llevará a cabo en Terrassa en abril, surja una "candidatura única" para sustituirle al frente del sindicato. "Creo que sería muy bueno que haya una sola lista porque no veo que existan diferencias en el sí del sindicato que motiven la presentación de más de una". Según el todavía líder de la UGT en Catalunya, en el seno del sindicato "hay un soporte muy amplio a cómo se han hecho las cosas hasta ahora, y cuando esto ocurre, no tiene por qué haber más de una opción. Eso no quiere decir que los que vengan continúen haciendo lo mismo que, con toda seguridad, no lo harán". En cualquier caso, ya existen personas que se han posicionado. Quien ha dado el paso al frente ha sido Camil Ros, secretario de política sindical de la UGT catalana desde 2009. Era el favorito en todas las quinielas, después de que el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, expresara su deseo de continuar en el fabricante de coches de Martorell. También se mantiene en la carrera Laura Pelay, secretaria de Estado del Bienestar y Trabajo y portavoz de la UGT catalana. "Son todas personas reconocidas, de gran valía y que lo pueden hacer muy bien. Pero no seré yo quien sitúe los nombres, entre otras cosas, porque me voy a ir y opto a la secretaria general de la UGT". Para Álvarez, la prioridad del sindicato en Catalunya debe ser "mantener un elemento que nos ha hecho fuerte, y que es nuestra autonomía".
