Tània Miralles y Maite Piñol son las emprendedoras que están detrás de Batibull-Taller Biolúdic, que abrió sus puertas el pasado septiembre en la calle del País Basc, en el sector de Torresana. Ha sido una de las 66 empresas que han nacido con el apoyo del Ayuntamiento de Terrassa. Batibull es un espacio educacional y familiar que tiene por objetivo, desde una vertiente holística, llevar a cabo propuestas cercanas para facilitar procesos vivenciales individuales y de grupo. Es, en definitiva, una propuesta alternativa a las actividades extra escolares más tradicionales y que persigue “alimentar el alma y conectar con el aprendizaje fluido”.
Tània Miralles, diplomada en Ciencias Empresariales, comenta que “detectamos la idea de negocio pero realmente hasta que no fuimos a la OAE (oficina de atención a la empresa del Ayuntamiento) no nos decidimos a hacer un plan de empresa. Previamente habíamos asistido a un acto informativo, precisamente, sobre los planes de empresa y nos pareció muy interesante”. Ambas emprendedoras intuían que había una demanda por cubrir en asuntos de “educación emocional y adaptabilidad para que el niño conozca su talento. Era una sospecha pero no teníamos datos y la información que nos faltaba la obtuvimos gracias al plan de empresa”, dice Miralles. Conocieron, por ejemplo, la existencia de un informe de la Fundació Jaume Bofill sobre actividades extra escolares, educación y ocio, en el que se reseñaba que este tipo de actividades “ya la estaban pidiendo familias que querían algo más que no fuera deporte o arte”. En el marco de ese plan de empresa pudieron conocer realmente su público “potencial”. Y la respuesta ha sido excelente, comenta.
“Hay que tener en cuenta que abrimos en septiembre pero empezamos los talleres en octubre, cuando las extra escolares ya están decididas, y estamos a más de la mitad de nuestra capacidad sin hacer difusión. Vienen familias de la otra punta de Terrassa, de Sant Quirze y Matadepera. Y la razón es que no encuentran este tipo de extra escolar”. Tània Miralles comenta que lo que “más nos gusta es que las familias han captado la filosofía del taller. Nos centramos, por ejemplo, en todo el tema de manualidades pero enlazado a nivel emocional, siempre partiendo del juego. Los niños vienen a divertirse, no hay nada forzado”.
El equipo
El equipo de Batibull se compone de Maite Piñol, que ejerce de maestra infantil y de primaria desde hace más de 30 años, y es pedagoga sistémica y maestra de Reiki. También se ha formado en acompañamiento alternativos, como la Kinesiología, el yoga, relajaciones y visualizaciones adaptadas a los niños. “Sigo enseñando con ilusión, entusiasmo y alegría, aprovechando el día a día. Pero creo que ahora es el momento para entender y ofrecer apoyo a los niños y niñas desde otra perspectiva, y en otros ámbitos”, sostiene Piñol. Miralles, por su parte, ha realizado gestión económica de proyectos sociales y de salud en el ámbito público en los últimos 8 años. Miralles también se ha formado en terapias naturales y energéticas. El equipo se completa con una pedagoga.