Miguel Vázquez es un entrenador cercano a los nadadores. En poco tiempo se ha ganado el respeto tanto de sus pupilos como de los seis entrenadores que trabajan con él a diario. Uno de los chicos en quienes más confía para llegar a la élite es Albert Puig, a quien vé en Río.
Mucha gente se pregunta a qué se dedica exactamente un entrenador de natación.
Hace seis años habría dicho que el entrenador lo que hace es convencer al nadador de que debe entrenar. Ahora me retracto totalmente. Creo que eso es equivocado. Entiendo que el entrenador es una especie de "sensei" o de maestro. Tienes que conseguir que el deportista disfrute con lo que hace. E indirectamente llegan los resultados. Al final, la clave es enseñarles a ser nadadores. A enseñarles que se puede disfrutar sin salir de fiesta un viernes, que se puede disfrutar concentrándose tres semanas en Sierra Nevada o yendo a un campeonato. O trabajando cuatro años para ir a unos Juegos Olímpicos aunque después no lo consigas. La natación es un deporte raro. Estamos en un medio no habitual y es el único deporte en que no paran de batirse récords a nivel mundial. Y se entrena muchísimo más de lo que se compite. Al contrario del fútbol por ejemplo.
Usted ha trabajado en el fútbol, haciendo pruebas a jugadores del Atlético de Madrid. ¿La natación es mucho más dura?
No lo creo. El fútbol es de los deportes más duros. Me atrevería a decir que más que la natación. Quizás no tanto psicológicamente, pero a nivel físico y psicológico seguro. Es un deporte de impacto, el que tiene más lesionados por unidad de tiempo. En natación, la mayoría de las lesiones se producen por el desgaste del entrenamiento.
¿Cómo es un nadador?
Son gente muy especial. Un nadador no es un deportista; es un nadador. Son gente que desde los 6 años están metidos en el carril, viendo lo mismo. Y eso les convierte en gente especial, muy organizada, muy cuadriculada, muy organizada. Su frustración por el fracaso no es la misma que la de otro deportista. Son mucho más viscerales.
¿Le vé futuro al Natació?
Lo más fácil es lo que hemos hecho: llegar. Mantenerse es siempre muy complicado. El Natació tiene tres cosas básicas: una escuela, unas instalaciones privilegiadas y gente muy involucrada. Nunca he estado en un club donde los trabajadores lean el diario y te pregunten por los torneos. Tenemos la suerte de tener a un médico como el doctor Josep Salvador que es un "crack". Estamos despegando. Nuestro objetivo es ser un club de referencia a nivel internacional dentro de ocho años.
¿Albert Puig estará en Río?
Sí. Yo creo que sí. Y espero que además del relevo sea en los 200 estilos, la prueba en la que estamos trabajando. Hablé con él y decidimos preparar las dos pruebas. Ha madurado, tiene muchas ganas de trabajar y lo veo capacitado para nadar por debajo de sus marcas. En cinco semanas saldremos de dudas.
¿Algún otro candidato?
Juan Francisco Segura en los 100 espalda. Pero lo tiene más difícil. Esnaider Rey tiene opciones de ir con Colombia. Tiene una calidad tremenda. Carmen Herrero y Carla Campo tendrían opciones si hacen un buen Europeo en mayo en Londres.
