La alcaldesa de Sant Cugat del Vallès, Mercè Conesa, lamentó ayer la decisión de la multinacional Delphi Diesel Systems de cerrar la planta de producción que tiene en Sant Cugat. “Es una noticia muy mala para los trabajadores y para el conjunto de la ciudad”, dijo Conesa, “especialmente para el barrio del Monestir, donde viven muchos santcugatenses que tienen trabajo en esta fábrica”. Ante el anuncio del Delphi, la alcaldesa quiso remarcar que “el ayuntamiento está al lado de los trabajadores. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para ayudarles y entre todos encontrar una solución que asegure los puestos de trabajo”. De hecho, la alcaldesa ya ha pedido una reunión con la dirección y el comité de empresa para continuar haciendo una tarea de mediación y “negociar una posible continuidad de la fábrica”. En este sentido, en los últimos meses Mercè Conesa ha participado en varias reuniones con el objetivo de buscar una salida a los problemas por los que pasa la empresa. El pasado mes de mayo la alcaldesa tomó parte en un encuentro en París entre la dirección mundial de Delphi y los trabajadores de la planta de Sant Cugat. En caso de que la continuidad de Delphi en Sant Cugat no sea posible, la alcaldesa aseguró que “desde el ayuntamiento nos implicaremos para intentar encontrar otra empresa que se quiera hacer cargo de la planta de Sant Cugat para darle continuidad. Hacer un proceso de reindustrialización, por tanto, sería una posible solución para mantener los puestos de trabajo”.