El CN Terrassa tiene nuevo presidente desde el 16 de enero, el vigésimo de la historia. Jordi Martín Resina (54 años) es quien ha sucedido a Jaume Álvarez al frente de la entidad tras imponerse en las elecciones celebradas a la candidatura que encabezaba Miguel Ángel Salazar. Sus primeras semanas están siendo frenéticas en cuanto a actividad.
¿Cómo están siendo estos primeros días en la presidencia?
Ahora nos estamos poniendo al día en muchas cosas y presentándonos. Y conociendo instalaciones, inversiones previstas o la realidad deportiva, económica y social. Muchas reuniones, muchas horas de presencia en el club y definiendo objetivos.
¿Qué escenario se ha encontrado?
El que habíamos previsto. A nivel deportivo, la salud del club es más que buena. A nivel económico estamos intentado poner alguna vacuna para mejorar. Hay algún pequeño indicador que nos dice que se está produciendo un giro en esta parcela y nuestro propósito a final de temporada es cerrar el balance en positivo después de muchos años. Este es el gran reto. Hay que encontrar el equilibrio entre el dinero que tenemos disponible, que no es mucho, y las necesidades del club. Y hacer alguna actuación para que el socio perciba alguna cosa.
¿La principal inquietud de su equipo es ahora mismo la economía?
Sí, porque como club no nos podemos permitir resultados negativos durante seis años. Llevamos cinco en esa línea y por ello hay que revertir la situación. Sabemos que no podremos recuperar los valores económicos del pasado, pero hay provocar un cambio de tendencia que en tres años nos permita planificar alguna inversión para mejorar las instalaciones. Ahora mismo sólo podemos pensar en la supervivencia.
¿Qué vacunas se pueden inyectar ahora mismo?
De entrada cumplir el presupuesto, sobre todo en el apartado de gastos. Nuestro plan de viabilidad indica que manteniendo el número actual de socios el club es viable. Lo que hay que hacer es cerrar esa sangría que significa gastar por encima de lo presupuestado. Eso es lo que cada año provoca números rojos.
El presupuesto vigente no lo han elaborado ustedes, por tanto no sé si entiende viable cumplir el que ya estaba diseñado por la anterior junta.
En la asamblea ya dije que valoraba positivamente el presupuesto que se había elaborado, porque el recorte aplicado era la única forma de hacer el club sostenible. Lo que dije entonces es que repercutir todo el recorte a la parte deportiva y a los trabajadores me parecía una falta de sensibilidad. Para nosotros, la actividad deportiva es casi intocable. Nosotros hubiésemos recortado en otras partidas, pero tampoco nos hemos planteado hacer una modificación presupuestaria y cumpliremos el que estaba hecho. A partir de mayo ya trabajaremos en el presupuesto que elaboraremos para la nueva temporada.
¿Y será diferente en su filosofía?
Si somos capaces de generar un pequeño beneficio económico esta temporada, todo lo que obtengamos se debe dirigir a la parte deportiva y laboral. Y recortar en otras áreas como imagen y comunicación. Tenemos claro que la mejor imagen que podemos dar del club es consiguiendo que el socio esté contento. Lo primordial es invertir en el trato y la comodidad del socio. Debemos replegarnos hacia el interior y no aborcarnos tanto a la publicidad externa. Tampoco nos planteamos un crecimiento desmesurado de socios. El límite estaría en 18.000 y ahora tenemos más de 17.000. Con esos 18.000 socios incluso podríamos plantearnos inversiones.
Comentó en la campaña electoral que quiere impulsar un cambio estatutario para controlar la gestión económica de las juntas directivas. ¿Lo mantiene?
Si una junta presenta déficit durante tres años consecutivos debe dimitir y convocar elecciones. De hecho, en el tema estatutario queremos crear una comisión de trabajo, probablemente externa y sin ningún directivo, con el encargo de revisar los estatutos, adaptarlos a las últimas variaciones en legislación deportiva y añadir algunos artículos que mejoren la participación del socio en la gestión del club. Y en temas económicos aplicar esta norma que hemos comentado porque si una junta cierra tres años seguidos con déficit es que no está preparada para gestionar el club.
¿Es razonable pensar en nuevas fuentes de ingresos?
Tal como está la situación actual es complicado. Seguimos en un entorno de crisis y las grandes empresas difícilmente pueden hacer una aportación importante por la falta de incentivos fiscales. Podemos tener pequeñas colaboraciones, como ya existen, pero para hablar de sponsor hay que hacerlo a partir de 50.000 euros. Y eso es muy complicado. En todo caso, seguimos diciendo que para el funcionamiento del club no es imprescindible, se sostiene con la masa social. Lo que venga de más lo invertiremos en beneficio del deporte y de mejora de las instalaciones. Lo que no haremos nunca es incorporar dinero privado a la gestión del club. Algunas entidades lo han hecho y las experiencias no son buenas. El CN Terrassa debe continuar siendo de sus socios al cien por cien.
Pensar en inversiones es impensable.
En dos o tres años, desde luego. Tenemos una deuda pendiente del Pla Director de siete millones de euros, que hay que devolver con pagos anuales de 950.000 euros. Además, en los últimos años nos hemos comido el margen que teníamos. En recursos propios hemos pasado de disponer de 1,2 millones a 80.000 euros. Técnicamente no podemos tener otro año en cierre negativo porque nos vamos a hacer puñetas. Si todo va bien e incrementamos algo los beneficios, en tres años podemos pensar en algunas pequeñas inversiones.
Los dos candidatos coincidieron en señalar que el socio demandaba un cambio. ¿Cómo se notará el cambio que usted propone?
Entiendo que ya lo están notando en relación a las juntas anteriores. Nos están viendo físicamente en el club y explicamos las cosas. Hasta ahora, el presidente Jaume Álvarez tenía una presencia diaria y era muy activo, pero el resto de directivos venían el día de junta y poco más.
La actividad deportiva genera una competencia en oferta de instalaciones cada día más notable.
Si retomamos el origen de ser un club familiar, no tenemos competencia. Ahora hay muchas empresas que promueven actividades de fitnees pero con un socio muy individual. Nosotros apostamos por la familia y, además, estamos en el centro de la ciudad. La proximidad y el lujo de tener unas instalaciones como estas es un potencial muy importante.
En la campaña dijo que era imprescindible situar la actividad deportiva como eje fundamental.
Es la razón de ser del CN Terrassa. Nosotros hacemos una apuesta polideportiva, tanto en el ámbito competitivo como en un ámbito de mejora de la calidad de vida dirigido a todos los sectores. Tenemos unas secciones con buena salud y las vamos a potenciar.
¿Qué clima se ha encontrado con los trabajadores?
Están receptivos al cambio. Existía una cierta división y les he pedido que nos olvidemos del pasado, que construyamos hacia adelante. Y que nos den un margen de confianza porque queremos cumplir los compromisos de nuestro programa electoral. Es un tema que se puede reconducir porque lo que ha faltado es diálogo y nosotros es lo que ofrecemos. Los trabajadores querían un cambio y seguro que sumarán. Ya hemos dicho en distintas oportunidades que no tenemos previsto reducir la plantilla, porque no sobran trabajadores.
¿Promoverá cambios en ámbitos de gestión y de dirección deportiva?
Al director general, Javier Honorato, ya le transmitimos nuestra confianza. Él tiene una gran ventaja sobre sus antecesores y es que es de Terrassa y del CN Terrassa. Su sentimiento por la entidad es indiscutible. En relación a los responsables deportivos, mostramos la máxima confianza hacia ellos. Y debo decirle en ese sentido que nuestra intención es que siempre sea gente del club quien desarrolle esas responsabilidades. Y si a alguno le falta algo intentaremos formarlo.
¿Si el waterpolo se clasifica para alguna competición europea podría asumirse el gasto que supondría?
Hay que estudiarlo. La voluntad es potenciar la actividad deportiva y si se clasifican haremos todo lo posible para que puedan competir.
¿Ser elegido en unas elecciones legitima más a su junta?
Que el socio se haya manifestado votando en una urna es un plus de calidad democrática y de apoyo que igual otras juntas no habían tenido. Ha sido una suma de mucha gente que pedía un cambio porque era consciente de que esto no funcionaba. Y conseguir que tantas personas se movilizasen en las dos candidaturas pienso que ha sido importante. Le diré que vamos a ofrecer participar a miembros de la otra lista en el proceso de renovación de estatutos. Pueden aportar cosas. El socio quiere ser escuchado y que se tomen medias de corrección. Y si la junta no hace vida en el club es muy difícil. Y eso era un déficit.
¿Se ha llevado las manos a la cabeza con algunas decisiones del pasado más reciente?
De momento no. Hay procesos o cosas que yo las hubiese hecho diferente. Si miramos más atrás, creo que Jesús Cortés, visto lo que ha pasado, tiene la espina clavada de que debería haber convocado elecciones cuando se marchó.