El Terrassa de José Luis Duque, por ser distinto, hasta empata. Un resultado casi inaudito en la primera parte de la temporada que penaliza ahora sobremanera a un equipo cada día más alejado de la zona de promoción, a nueve puntos de distancia tras sumar uno de los últimos doce que ha disputado. Reconstruido este equipo en su esencia y en sus componentes por el motín que significó el despido de Pirri y por el vergonzante 6 a 1 de Peralada, anda aún distraído en mostrar más actitud que fútbol. Lo que viniendo de donde se venía, no era poco. Con el palco irritado y la grada dividida (el domingo se mostraron algunas pancartas demandando unión y mejor predisposición) ante el Manlleu se revolvieron incógnitas referentes al estado emocional del colectivo. Las futbolísticas aún están en proceso de cambio, de digestión incómoda por las diferencias de estilos que propugnan el anterior y el actual entrenador del Terrassa.
Duque quiere un equipo inequívoco en el esfuerzo. Y a partir de ahí aspira a construir una idea determinada, donde el vértigo sustituye a la pausa y la posesión deja de ser materia obsesiva. Incrédulo por lo que presenció en Peralada, está revolucionando el vestuario por la desconfianza que le generaron algunas actitudes. Y el domingo también lo hizo con la alineación, en la que se produjeron cinco cambios. Hizo debutar al portero Carlos Morales y al defensa Andrés Borges, y recuperó para su estreno en casa a Javi González, Carles Güell y Adri Gimeno. Sus descartes fueron significativos. Dejó fuera de la convocatoria a Miki Martínez y en el banquillo a Aarón Bueno, ambos titulares siete días antes. El segundo se pasó buena parte del segundo período calentando para no salir.
De reconstrucción
Aunque el ambiente estaba menos crispado de lo previsible, el Terrassa se esforzó en cambiar la opinión de la grada hacia el equipo. Salió a todo trapo, disputando cada balón, haciendo del sacrificio su bandera y encendiendo el interés de la grada, deseosa de apreciar la recuperación de algunos valores perdidos en el camino. Además, en el minuto 4 se produjo el 1 a 0, marcado por Víctor Merchán tras una maravillosa asistencia de tacón de Óscar. Y el aplauso sustituyó a la indiferencia. La pena fue que el Manlleu empató pronto, en el minuto 18, con un gol extraordinario de Manel Sala que empalmó un balón centrado desde la parte contraria del campo. No acosó mucho más el Manlleu al Terrassa, atrevidos los visitantes en las formas pero empujados hacia su portería por el empuje de los egarenses.
El Terrassa está en proceso de quitarse algunos complejos de encima. Ha eliminado riesgos defensivos, no le tiene miedo al fútbol directo y encamina su juego hacia una concepción más vertical. Ese es un aprendizaje inhabitual a estas alturas de la temporada y seguramente poco aconsejable, lo que provoca alguna disfunción entre lo que le pide el cuerpo al jugador y lo que exige el nuevo libro de estilo.
Pero el primer tiempo del Terrassa fue tan correcto que parecía inconcecible estar viendo al mismo equipo que había sido vapuleado una semana antes, teniendo en cuenta que el Manlleu estaba a tocar de la promoción, que es el mejor equipo del grupo como visitante y que encadenaba tres victorias seguidas. El Terrassa desbordó en las bandas, con Maldonado y Boniquet muy participativos, y un Óscar hiperactivo tras su espectacular aportación en el gol. Los tres participaron en las dos ocasiones de los locales posteriores al empate (una cesión de Maldonado a Óscar que éste remató de forma defectuosa y una doble oportunidad de Boniquet y Óscar). Y cuando se encontraron espacios, la velocidad de los dos extremos resultó desequilibrante. Una contra de Boniquet en el minuto 41 generó una buena oportunidad para Maldonado, cuyo remate salió desviado.
En la segunda parte el partido resultó menos abierto. El Manlleu reculó y entregó el balón al Terrassa todo el tiempo que fue preciso. El nivel colectivo decayó, el Terrassa encontró mayores dificultades para generar situaciones de peligro y la fortuna tampoco acompañó a los locales. En el primer minuto, un centro-chut de Javi González casi sorprendió a Aroca. El Manlleu tuvo su mejor ocasión en el minuto 67, pero el remate de Óscar Uroz salió ligeramente desviado. En el Terrassa, un remate de cabeza de Merchán que salió alto y un centro de Chele que Óscar casi convierte en gol también de cabeza.
TERRASSA FC. Morales, Chele, Jou, Borges, Javi González, Adri, Güell, Maldonado, Merchán, Boniquet y Óscar. Ángel sustituyó a Boniquet en el minuto 83.
AEC MANLLEU. Aroca, Ot Bofill, Canal, Peña, Marimón, Seuma, Pol Coll, Brice, Óscar Uroz, Manel Sala y Josu. Kako suplió a Pol Coll en el minuto 46; Arnal a Canal en el 48; y Muntada a Manel Sala en el 78.
Árbitro. Carlos Albelda Bárcena. Amonestó con tarjeta amarilla a Jou, Javi González, del Terrassa, y a Brice y Josu, del Malleu.
Goles. 1-0, minuto 4, Merchán; 1-1, minuto 18, Manel Sala.
Público. Unos 400 aficionados se dieron cita en el Camp Olímpic de Terrassa.