El Consell Escolar Municipal se ha propuesto como uno de los objetivos para su nuevo mandato 2015-2019 reforzar la lucha contra el absentismo escolar. El consejo quiere actualizar el protocolo que ya existe para lograr que el proceso de detección y abordaje de los casos sea más rápido. En esa línea, desea también establecer unos criterios unificados de forma que todos los centros puedan identificar bajo una misma escala de valores cuándo se trata de un caso de absentismo escolar, según ha explicado la concejal de Educación, Rosa Maria Ribera.
La acción que emprende el Consell Escolar Municipal viene motivada por la inquietud que existe en los centros por la no asistencia a clase de niños y adolescentes. En el curso pasado se detectaron 157 casos de ausencia escolar prolongada, de los cuales 114 correspondieron a alumnos de secundaria, 34 a primaria y nueve a infantil. Este número de casos fue inferior al curso anterior (2013-14) donde se contabilizaron 194 y la mayoría (106) se dieron también la secundaria.
Las cifras constatan que la incidencia es muy poca si se tiene en cuenta que en el curso 2014-15 había 31.200 alumnos en infantil, primaria y ESO en las escuelas de Terrassa y, por tanto, estos 157 casos sólo representarían un escaso 0,50 por ciento del total. Ello no significa que se deba restar importancia. Al contrario, porque tal como explican desde el consejo una detección rápida puede ayudar a recuperar el alumno para que regrese a las aulas y normalice su asistencia.
Trabajo en red
Terrassa dispone desde hace tiempo de un protocolo sobre el absentismo escolar que fue impulsado por la comisión sobre este asunto específico creada en 2012 en el seno del Consell Escolar. Este documento, que se actualizó hace cinco años, establece en qué situaciones los centros deben derivar los casos, cuales deben ser las intervenciones de la Oficina Municipal de Escolarización (OME), de la Policía Municipal, de los Servicios Sociales municipales o de los Equipos de Asesoramiento Psicopedagógico (EAP) del departamento de Ensenyament y finalmente cuándo se debe llevar el caso a la Fiscalía de Menores.
Decir que este trabajo da sus frutos en cuanto que el balance final fue que la red de servicios había conseguido cerrar 81 casos y en la mayoría de ellos se consiguió que volvieran de nuevo a la escuela. El resto, (76), presentaron diversa causas, aunque un buen número fue porque se dio de baja del centro educativo o porque ya había cumplido los 16 años y ya no estaba en la edad obligatoria de escolarización. A la Fiscalía se derivaron once casos.
La concejal de Educación, Rosa Maria Ribera, considera que el protocolo con el que cuenta Terrassa da suficientes garantías pero que se puede ahondar más. "En una reunión con directores de centro, a principios del curso, tuvimos un intercambio de impresiones. Es un tema que nos preocupa y es por ello que queremos reforzar las medidas. El objetivo es agilizar el proceso y reducir la incidencia. Es cierto que es un fenómeno casi aislado pero se mantiene y hay que buscar soluciones. No sólo para prevenir nuevos casos sino también para evitar que algunos detectados sean reincidentes".
Ribera considera que sería bueno, por ejemplo, unificar los criterios por los cuales se determina el grado de ausencia. Porque no es lo mismo hacer campana uno o dos días o falta a clase por una razón justificada (enfermedad) que una ausencia prolongada en el tiempo. ¿Cómo se determinada el absentismo?, se pregunta la concejal al tiempo que responde. "Ahora no hay uniformidad porque cada centro, dentro de un marco, aplica sus criterios. Hay centros que con cinco faltas consideran que es absentismo y hay otros que lo determinan a partir de veinticinco faltas. La idea sería unificar criterios aunque reconozco que es complejo porque cada caso debe tratarse de forma personalizada, hablar con la familia y conocer la situación".
La propuesta de revisar el protocolo ha sido bien recibida en el seno de la comunidad docente. George Grayling, director del Institut (INS) Montserrat Roig y miembro de la comisión municipal de absentismo, aplaude la iniciativa. "Estamos hablando de un porcentaje de alumnos muy pequeño pero el riesgo de estos pocos alumnos puede ser grave y hay que prestar la atención necesaria". Grayling subraya que para abordar este tema es necesario trabajar en red (aquí lo hacemos y su labor es importante) porque los centros, por si solos, no pueden solventar el problema. "Los centros cuando detectan una ausencia prolongada hablan con la familia pero , a veces, no queda más remedio que derivar el caso a la OME y a partir de ahí se activa el protocolo de asistencia". Grayling remarca que "hay que tener en cuenta que este absentismo afecta habitualmente a alumnos de familias y entornos vulnerables que están en situación de riesgo". Isabel Guzmán, directora de la Escola Font de l’Alba, miembro también de la comisión de absentismo, suscribe las palabras de Grayling. "Aunque sean pocos casos hay que tratarlos porque están en una edad muy frágil". Guzmán subraya también la importancia de trabajar todos en una misma dirección. "Es muy importante tener unos criterios comunes porque esto nos ayuda a nosotros y también a los alumnos que saben que hay un mismo marco normativo allá donde estén escolarizados".